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Debate en EE UU sobre el derecho a la eutanasia

Ahora que dos apelaciones ante sendos tribunales federales han levantado las prohibiciones sobre el "suicidio asistido", en EE UU, muchos de los vinculados a la medicina están asistiendo a una pregunta tormentosa: ¿El derecho a morir se con vertirá en la obligación de morir?Se cuestionan si la enfermedad y la discapacidad presionarán -por imposición propia o ajena- para elegir el suicidio asistido antes que un prolongado e inevitable tratamiento futil, especialmente en un momento en el que se están reduciendo los medios económicos dirigidos al cuidado de la salud e incluso está aumentando el espectro sobre el derecho al suicido asistido o eutanasia.

"La gente que está enferma ya está sintiendo que se convierten en una carga financiera y emocional para sus familias y para la sociedad", dijo Lisa Gigliotti, una abogada de the Michigan Protection and Advocacy Service, un grupo dedicado a la defensa de los discapacitados. "Ahora, la, sociedad les está diciendo: 'Tenéis una opción. Tenéis el derecho a morir'. Para ellos, esto se puede traducir fácilmente en una obligación de morir".

La sociedad ya se está agarrando a los límites económicos que se están poniendo a la sanidad. Para ahorrar dinero, determinados planes dictan a menudo qué doctores pueden visitar los enfermos, ponen límites hacia los chequeos más caros y promocionan estancias más cortas en los hospitales.

Pero la decisión tomada la semana pasada por un juzgado de Nueva York, dando libertad a los médicos para ayudar a los pacientes terminales a suicidarse, aumenta los peligros y los temo res en esta batalla: la muerte, de repente, no es un resultado desafortunado de un tratamiento sus pendido, sino una opción real.

Final rápido

Para algunos médicos y pacientes, esa opción es una solución que ofrece una final rápido a los agonizantes. Pero hay muchos que se preocupan, incluso si el Estado regula el suicidio asistido, por los enfermos que., ante el temor de destrozar su familia, sentirán que es la única opción que les queda. Los que se oponen al suicidio asistido temen que los médicos, preparados pobremente en la aplicación de tratamientos y dirigidos por compañías alecciona das para que no ofrezcan terapias costosas, presionarán implícitamente a sus pacientes para que escojan el suicidio al no ofrecerles otras alternativas.

"En una época de límites económicos, las consecuencias de esta decisión son limitadoras" dijo Burke Balch, director de ética médica del National Right to Life Committee. "La aceptación de la muerte como una opción médica en una era con límites en la economía sanitaria, crea una obligación y no sólo un derecho.

Además, las críticas hacia esta decisión afirman que todo esto puede conducir hacia una eutanasia involuntaria a través de la práctica de la delegación en otros. Leyes en vigor permiten delegar para detener el. soporte de la vida de los pacientes en estado de coma. Ahora, ¿Permitirán también delegar para decidir si se le puede admnistrar a un enfermo terminal una dosis letal de medicamento?

"Me asusta que todo el sistema médico se vea en términos económicos", dijo Rashi Fein, un profesor de economía de la medicina en la Universidad de Harvard. La Conferencia Nacional de Obispos Católicos ha prometido una campaña contra e "suicidio asistido".

New York Times Service.

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