_
_
_
_

Los riesgos de 15 reactores como el de Chernóbil

La central nuclear de Chernóbil (Ucrania) vuelve a ser, el centro de una reunión de especialistas internacionales, en vísperas del décimo aniversario de su trágico accidente, el 26 de abril. Esta semana más de un centenar de expertos de 25 países analizaron en Viena la seguridad de 15 reactores nucleares de fabricación soviética -del tipo R.BMK, como el que se incendió en Chernóbil-, que aún funcionan en el mundo, así como las medidas adoptadas en la central de Ucrania. Once de esos reactores están en Rusia, dos en Ucrania y dos en Lituania. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que convoca la reunión, ha instado a aumentar su control. Hans Meyer, portavoz del OIEA, señaló que en los últimos 10 años las medidas de seguridad que rodean a este tipo de reactores -cuya actividad se modera con grafito en vez de agua- se han fortalecido significativamente, aunque admitió que aún presentan más riesgos de arder que otras plantas atómicas.En España, el recién creado Foro Nuclear -fruto de la reestructuración del Foro Atómico Español, creado en 1962, y constituido por 40 empresas relacionadas con lo nuclear coincidió ayer en esta apreciación. Según su director general, Luis Echávarri, que ha trabajado 10 años en el Consejo de Seguridad Nuclear, estos reactores han mejorado mucho, "pero siguen siendo más peligrosos que los de Occidente". El Foro Nuclear pide también el cierre definitivo de dos de ellos, los de Chernóbil, por una cuestión también "psicológica", informa Rafael Ruiz.

Más información
Retrasado hasta 1997 el desmantelamiento de la central nuclear de Vandellós I

A partir del martes, en el mismo foro del OIEA, los expertos reunidos en Viena analizarán los efectos del escape de Chernóbil, que aún perduran. Así, cientos de ovejas de Gales muestran rastros de radiactividad superior a la permitida, informa Isabel Ferrer. Cerca de 400 granjas galesas con más de 200.000 ovejas son analizadas desde que la nube tóxica alcanzó el Reino Unido hace una década. Los animales afectados son marcados con pintura azul, verde o naranja. Cuando abandonan la zona, bajan los niveles de radiactividad.

En Benbecula, localidad de las islas Hébridas (Escocia), se ha abierto otra investigación, esta vez centrada en las personas. En los últimos 18 meses la cifra de cánceres se ha triplicado. Entre las posibles explicaciones se baraja él hecho de que sus habitantes consumen verduras, mariscos y carnes propios, que pueden estar aún contaminados.

Según Víktor Poiarkov, director del Centro ucranio de Estudios Radiológicos, tres millones de personas viven todavía en Ucrania en territorios contaminados por la catástrofe de 1986, que abarcan la doceava parte de la extensión de todo el país.

Más información en la página 9 de Domingo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_