El milagro bachiano

Sin la regularidad practicada por Frühbeck, la Orquesta y Coro Nacionales programan con cierta frecuencia" La Pasión según san Mateo al llegar la Semana Santa. Este año, además, volveremos a oírla el día 3 miércoles en versión de la Sinfónica y el Orfeón Donostiarra. Dirige la interpretación de viernes, sábado y domingo el maestro Hans Martin Scheneidt (Leipzig, 1930), quien de niño cantaba en el Coro de Santo Tomás, la iglesia de Juan Sebastián Bach, para la que creó la Pasión.Vino un interesante grupo de solistas vocales, tal la soprano Hellen Donath, tejana, de dulce voz y lírico fraseo, la mezzo polaca Ursula Kryger, el tenor alemán Adalbert Kraus, el austríaco Kurt Azesberger y los bajos Peter Lika (Múnich) y Wolf-Matthias Friedrich (Leipzig). No es que todos sean artistas del mismo nivel, pero lo cierto es que supieron integrarse en una versión dominada por el estilo de Scheneldt, expresivo, lírico, humanístico y vivificador. El Coro Nacional y la Escolanía de Nuestra Señora del Recuerdo, del veterano César Sánchez, se comportaron con profesionalidad y aún concedería un voto de favor para los niños.

También lucieron alta calidad los solistas instrumentales: Domigno Tomás y Francisco Romo, violines; Juana Guillem, flauta; Vicente Sanchís, oboe; Ramón Puchades y Ángel Beriaín, oboes de caccia, y Kaori Unura, viola de gamba, así como los continuos: Tallante al órgano; Abergues y Alcocer, fagotes; Quintanilla, violonchelo, y Gárcía Araque, contrabajo.

Excelente el trabajo del direcfor del Coro Nacional, Steubing-Negenborn, que preparó las voces con una nobleza y una comunicatividad expresiva dignas de encomio. La Pasión según san Mateo es una de esas pocas catedrales sonoras erigidas por los músicos de genio. Según avanza se va cargando de tensión dramática para convertir lo preestablecido en impulso humanístico o interiorizar la más triste emoción en algunos corales y arias. Juan Sebastián Bach nos legó música a torrentes pero si sólo 'hubiera dejado esta hermosa Pasión tendría en la historia el mismo puesto que hoy ocupa.