La policía vasca encuentra un polvorín en el piso donde residía el etarra Lasarte
La Ertzaintza descubrió ayer "un verdadero polvorín" en un piso franco de ETA utilizado por el activista del comando Donosti Valentín Lasarte Oliden, detenido el lunes en Olartzun (Guipúzcoa). En el piso, ubicado en un populoso bloque de viviendas de Astigarraga, población próxima a San Sebastián, la policía autónoma vasca incautó gran cantidad de explosivos (amerital y amosal), un lanzagranadas con sus correspondientes proyectiles, dos pistolas, dos subfusiles, dos bombas lapa ya preparadas para su utilización, material electrónico y documentación diversa.
La vivienda estaba alquilada a nombre de Idoia Arrieta Izaguirre la laguntzaile (colaboradora) que fue detenida junto con Lasarte. Aunque últimamente era este último quien residía allí, fuentes policiales aseguran que la casa fue habitada antes por otros miembros liberados del comando Donosti.Según una nota facilitada por la Consejería de Interior del Gobierno vasco, la explosión del material almacenado en el piso "podía haber provocado una catástrofe entre el vecindario de la zona".
Las reacciones de satisfacción por las detenciones se sucedieron ayer, con la única y ya tradicional excepción de HB, mientras la Ertzaintza se aplicaba intensamente a la tarea de desmantelar la infraestructura del comando Donosti y de localizar a los otros seis o siete miembros que se supone que tiene.
La detención de más activistas resulta difícil, dada la celeridad Con que se transmitió en la tarde del lunes la noticia del arresto de Lasarte. Además, y a expensas de los resultados de los registros domiciliarios practicados ayer, de las declaraciones de los detenidos y del resto de las líneas de investigación tampoco se deduce una pista clara que conduzca a los otros liberados del grupo.
Aunque la investigación se encuentra en su fase inicial, la policía cree que la pareja arrestada en Oiartzun (Guipúzcoa) se mantenía separada de otros miembros del comando y probablemente sólo se relacionaba con ellos a través de citas convenidas con anterioridad.
A favor de esa hipótesis juega el hecho de que Lasarte, cuya fotografía ha sido ampliamente difundida por Interior, es muy conocido en San Sebastián desde que trabajaba como camarero en el bar de sus padres. Por el contrario, Idoia Arrieta., de 26 años, era hasta el lunes una persona poco significada piara la policía, aunque había constancia de su pertenencia al entorno violento.
Presunta activista legal (no fichada), carecía de antecedentes y su nombre no había aflorado en ninguna investigación judicial. Expertos de las distintas policías discrepan, sin embargo, sobre su verdadero papel. Mientras algunos lo limitan a prestar cobertura a Lasarte; otros apuntan a una supuesta coincidencia de los rasgos fisicos de Idoia con los de la mujer que ha participado en los últimos atentados del comando Donosti.
Lasarte, de 32 años, natural de San Sebastián, padre de dos hijos de corta edad, está acusado por la Audiencia Nacional de haber participado en los asesinatos del dirigente socialista Fernando Mugica, del portavoz del PP vasco Gregorio Ordóñez, del comisario Enrique Nieto, del sargento de la guardia urbana donostiarra Alfonso Morcillo, del industrial José María Olarte y del brigada del Ejército Mariano de Juan.
La autoría del comando Donosti de la mayor parte de estos hechos se apoya además en el informe balístico que establece que la pistola abandonada tras. el frustrado intento de volar el cuartel de la Guardia Civil de Arnedo (Rioja) fue la que mató a Nieto, Ordóñez y Morcillo.
Por decisión del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, el detenido permanecerá en dependencias de la Ertzanitza durante el plazo máximo de cinco días que establece la legislación antiterrorista.
La identidad de los otros miembros del comando no está plenamente establecida, aunque los expertos coinciden en señalar a José Antonio Olarra Guridi y José Luis Geresta Múgica como dos de los liberados. Además, se busca a un individuo de cabello rubio que, según los testigos, ha participado junto a Lasarte en la mayor parte de los atentados.
Consuelo Ordóñez, hermana del dirigente del PP vasco asesinado, mostró públicamente su agradecimiento a la persona que puso a la Ertzaintza tras la pista de Lasante. El hijo mayor de Fernando Múgica, José María Múgica Heras, pidió que la ley caiga "implacablemente" sobre el asesino de su padre. Enrique Múgica Herzog, ex ministro de Justicia y hermano de la víctima, dijo que la Justicia debe actuar "sin compasión".
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