El síndrome llega a Europa

Los franceses consumen anualmente en torno a 1,5 millones de toneladas de carne bovina, de las que un 30% es de importación. Las compras de bovino británico oscilan entre las 90.000 y las 50.000 toneladas anuales. Además, en lo que va de año, en este país se han detectado tres casos de encefalopatía espongiforme bovina. Quizá por ello la posible conexión con muertes humanas movió a Francia a una reacción contundente: dejar de consumir carne británica "hasta nueva orden", informa Enric González.El ministro de Agricultura, Philippe Vasseur, anunció la suspensión indefinida de toda importación de carne bovina, muerta o viva, procedente del Reino Unido. Vasseur admitió que se trataba de una "decisión brutal", pero necesaria para defender a los consumidores y para "proteger la cabaña nacional de posibles infecciones".

La Comisión Europea, sin embargo, se abstuvo de tomar ninguna decisión. Hoy habrá una reunión del comité veterinario que se ocupa específicamente de esta enfermedad, pero no habrá probablemente ninguna decisión hasta el lunes -en una nueva reunión del comité permanente de veterinarios-, a pesar del llamamiento hecho por las autoridades alemanas de impedir la importación de carne británica en toda Europa, informa Walter Openheimer. Diversos funcionarios británicos se habían trasladado ya ayer por la mañana a Bruselas en un intento desesperado de frenar posibles medidas comunitarias en este sentido.

España, a la espera

En España el ministro de Agricultura en funciones, Luis Atienza, anunció que no se adoptará, de momento, ninguna medida, informa P. J. Valderas desde Sevilla. Atienza calificó de "simbólicas" las importaciones anuales españolas y destacó que en este país "no se ha detectado nunca" caso alguno de la enfermedad conocida como de las vacas locas. El ministro en funciones, que no cree que la enfermedad pueda afectar a España, se mostró partidario de esperar a las medidas comunitarias.En vísperas de la catástrofe que se avecina, el Gobierno británico ha adoptado un doble paquete de medidas. El ministro de Sanidad, Stephen Dorrell, anunció una nueva inyección de 4 millones de libras para pagar investigaciones más precisas entre la encefalopatía bovina y el síndrome de Jakob y el titular de Agricultura, Douglas Hogg, dió cuenta de nuevas medidas profiláctico-ganaderas adoptadas por su departamento. Las carcasas de los animales mayores de 30 meses deberán ser deshuesadas en plantas especiales y los despojos retirados de la cadena alimentaria. Además se prohibirá el uso de carne de mamíferos para la alimentación de los animales de granja.