Yeltsin propone ratificar la disolución de la URSS
El presidente ruso, Borís Yeltsin, continuó ayer su. ofensiva contra la Duma estatal (Cámara baja) al proponer una ley para ratificar tanto la resolución de diciembre de 1991 que puso fin a la URSS como el acuerdo de formación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Con este documento, inaceptable para la mayoría izquierdista de la Duma, Yeltsin busca agudizar la confrontación con los diputados confiando en que ésta le favorezca con vistas a las elecciones presidenciales de junio.La "ley para garantizar la estabilidad del sistema jurídico de la Federación Rusa y confirmar las obligaciones internacionales de Rusia" consta de sólo tres artículos, y tiene como objetivo "eliminar la confusión jurídica" creada por las resoluciones aprobadas por los diputados el viernes pasado. Como éstas, téoricamente, anularon la desaparición ¿le la URSS, todas las leyes y acuerdos internacionales firmados en los últimos cuatro años pueden ser calificados de ilegítimos, según los expertos del presidente. De ahí la necesidad de adoptar la nueva ley propuesta ayer por Yeltsin, con la que se "otorgará a las resoluciones del 15 de marzo un carácter político".
Está claro, sin embargo, que ni los comunistas ni los agrarios ni los diputados del grupo NarodovIastie (Poder del Pueblo) -es decir, la izquierda parlamentaria- votarán a favor de la ley propuesta por Yeltsin, con lo que ésta se convierte en un nuevo motivo de confrontación y permite al presidente continuar, en medio de la campaña para las presidenciales de junio, sus ataques contra la Duma.
Las tres fracciones parlamentarias izquierdistas citadas, que fueron las impulsoras de las resoluciones aprobadas el viernes pasado, divulgaron ayer una declaración en la que afirman que "el escándalo" armado en tomo a los mencionados textos "persigue distraer la atención de la penosa situación socioeconómica del país, crear artificialmente una crisis política, anular las elecciones presidenciales y proteger a los auténticos destructores" de la URSS. Los diputados "subrayan una vez más que el único objetivo de los documentos aprobados consiste en abrir horizontes para la integración consecuente y voluntaria de los pueblos hermanos, conservando la soberanía de sus Estados".
Guennadi Selezniov, el jefe de la Duma, se reunió ayer especialmente con los embajadores de los países miembros de la CEI para explicarles que las resoluciones de la Cámara baja no tienen fuerza de ley y, por tanto, "no se ha restablecido la URSS". Selezniov repitió que los documentos tienen sólo un valor "ético, cívico y político", y enfatizó que la Duma no discutirá los textos sobre la creación de la CEI. Las sonadas resoluciones, de la Duma ayer no fueron reexaminadas, como a instancias de Yeltsin había pedido el día anterior el Consejo de la Federación, aunque los diputados sí decidieron discutir en una próxima sesión el mensaje que la Cámara alta les envió. Sin embargo, la izquierda parlamentaria descarta la posibilidad de anularlas.
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