Estados Unidos acusa de monopolio al servicio telefónico de Argentina
Las dos empresas concesionarias del sistema telefónico de Argentina, Telefónica de Argentina, controlada por la Telefónica española, y Telecom, en manos francesas, han sido sancionadas por la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos al considerar que se aprovechan de su condición de monopolio. Este organismo decidió que las empresas telefónicas estadounidenses suspendan hasta nuevo aviso sus pagos por la utilización de la red local a Telintar, empresa de comunicaciones de larga distancia desde este país propiedad de Telefónica y Telecom de Argentina.
El larvado enfrentamiento con empresas telefónicas norteamericanas por el emergente mercado argentino adquirió un dimensión oficial. El conflicto generado entre Estados Unidos y las telefónicas argentinas era de esperar desde que comenzaron a proliferar en Argentina las empresas norteamericanas llamadas de call back (retrollamada), algunas de ellas con tarifas hasta un 60% más baratas que las cobradas por las dos concesionarias sancionadas, que lógicamente tratan de rentabilizar al máximo las importantes inversiones en infraestructura efectuadas en Argentina y aplican las condiciones establecidas en los contratos de privatización que incluye la exclusividad en el servicio de larga distancia internacional desde el país suramericano."Lo que no podemos hacer es facilitar el negocio a quienes no se han gastado un dólar en Argentina, no se atrevieron cuando las cosas estaban aquí revueltas, pero ahora sí quieren participar del negocio", comentó a este diario una fuente de Telefónica de Argentina. "Y además se trata de un inadmisible intervencionismo del gobierno norteamericano en la relación entre empresas privadas".
Para sortear problemas legales la competencia funciona de la siguiente forma: después de que el usuario, particular o empresa, suscribe el contrato con una empresa call back, la empresa en cuestión le suministra al usuario un número en Estados Unidos al que debe llamar. Al escuchar dos tonos, el usuario cuelga y espera unos cinco segundos hasta recibir desde Estados Unidos la llamada de una computadora que le facilita el acceso a la red internacional. Entonces, el usuario marca los códigos del país y ciudad deseados y entra en contacto con la persona, institución o empresa con la que desea comunicar en el extranjero.
Predomina el tráfico con el mercado norteamericano, y Telintar perdió en beneficio de empresas del exterior hasta cerca del 30%, de las llamadas, según un cálculo aproximado.PresionesA pesar de las intensas presiones efectuadas por franceses, españoles y algunos de sus socios en diciembre de 1994, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones autorizó la comercialización de ese servicio estimando que no entra en colisión con el contrato de concesión a españoles y franceses. No solamente la "sana competencia" determinó aquella luz verde.
También ayudó la imbatible influencia gubernamental estadounidense en este país y la sospechosa actuación de algún funcionario, con un pie en la comisión y otro en gabinetes de asesoría de empresas telefónicas norteamericanas interesadas en este mercado. "Resulta indignante que Telintar decidiera bloquear circuitos e interrumpir servicios debido a una disputa por tarifas exorbitantes", reaccionó AT&T, el gigante telefónico que promovió la sanción de la Comisión Federal.
Telefónica también se enfrenta en España a las empresas de call back en un conflicto que tiene ingredientes muy similares a los que se dan en Argentina. En España, se trata de pequeñas compañías de telecomunicaciones, muchas de ellas afincadas en Estados Unidos, que han denunciado a Telefónica de abuso de posición dominante y de obstruir el desempeño de su actividad.
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