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Artistas plásticos y directores de vanguardia se unen para rendir homenaje al cine

Damien Hirst, Greenaway y Ridley Scott intervienen en una exposición en Londres

Spelibound: art and film, la nueva exposición de la Hayward Gallery de Londres, explora la "relación sentimental" e interconexión entre arte y cine a través de un conjunto de películas, series pictóricas e instalaciones realizadas por artistas plásticos y cineastas, respectivamente. Los 10 artistas presentes en Spellbound alternan sus respectivos y tradicionales papeles: pintores, como Damien Hirst, presentan películas narrativas, mientras que directores de la talla de Peter Greenaway, Ridley Scott y Terry Gilliam combinan arte y cine en sugestivas instalaciones.

Coincidiendo con el centenario del cine, la exposición, que toma prestado el título de la película Spellbound, de Alfred Hitchcock -conocida en España como Recuerda-, pretende también romper la barrera conceptual entre bellas artes y muestras vanguardistas -tenidos por elitistas- y las expresiones más populares a las que se les niega, con frecuencia, la categoría de arte.El escocés Douglas Gordon se inspira en una frase de Jean-Luc Godard -"El cine es verdadero 24 veces por segundo"- al realizar su proyecto, 24 Hour psycho. El título se refiere al tiempo que emplea el artista en proyectar el clásico thriller de Hitchcock a una velocidad media de tres fotogramas por segundo.

La audiencia, acomodada en sacos de arena o en el suelo de la sala, sigue las escenas paso a paso llegando a apreciar el número de imágenes que conforman una expresión de terror o el dramático asesinato de la ducha. "El argumento más eficaz de Gordon se centra en que nos fuerza a pasar un día entero consumiendo su pieza. Precisamente, el cine ha transformado profundamente el nivel de consumo", defiende el crítico de arte Paul Quinn.

El concepto de muerte, constante en las pinturas y esculturas de Hirst, reaparece también en su debú cinematográfico, Hanging around (expresión a medio camino entre holgazanería y rondando sin rumbo fijo), que presenta en la galería Hayward. Una mariposa, capturada en un vaso, revolotea desesperadamente para evitar su ocaso. Paralelamente, el protagonista del mediometraje, el actor Keith Allen, deja inconscientemente a su paso secuelas de violencia, destrucción y muerte.Apoyos musicales

Hirst, galardonado recientemente con el Turner Prize, el premio más importante y prestigioso del Reino Unido, se inició en el medio audiovisual el año pasado con la realización de un vídeo musical para el grupo Blur. Y en su primera película narrativa recurre a diversos portavoces del nuevo pop británico, como Pulp y el bajista Alex James, para grabar la banda sonora.

Esta colaboración pone de relieve la trayectoria del arte contemporáneo que tiende, con mayor frecuencia, a cruzar fronteras. Imágenes de vídeo y piezas musicales, como soporte fundamental a una expresión artística, no son ya utensilios vetados por galerías y centros de exposiciones. De igual forma, el celuloide es tratado en numerosos casos con el mismo impacto que los pinceles y brochas de los artesanos plásticos.

Peter Greenaway, por su parte, reproduce en su instalación las distintas fases y componentes del proceso cinematográfico con excepción de la cámara. Audiencia medios de comunicación, decorados, sonido, focos, proyección y actores comparten espacio en esta sección de Spellbound (Hechizado).

En un ambiente sobrecogedor, Greenaway permite al visitante conectar con los elementos y protagonistas de las miles de películas producidas en los Últimos 100 años. Decorados específicos -como herramientas de un carpintero, radios y teléfonos antiguos o, entre otros muchos detalles, los restos de un desayuno- están perfectamente ordenados entre los espacios reservados a actores y público.

La audiencia cambia cada día de igual forma que los actores de Greenaway se alternan según el reparto de la jornada. El visitante puede ver un día a cuatro actrices de distintas razas que interpretan sus respectivos papeles detrás de unas cristaleras, en el mismo escenario que reunió a un grupo de actores con un peso de unos 95 kilogramos anteriormente. "Es una experiencia interesante porque observo las reacciones de la gente al tiempo que ellos me examinan a mí", explica Valerie Buchanan, protagonista en este experimento del realizador británico.

Los cuatro monitores montados por Ridley Scott muestran fotografías, cuadros, extractos de guiones y dibujos de los story-boards de sus películas más famosas: Blade Runner y Alien. Y, en una instalación inteligente y divertida, el cineasta y ex miembro del grupo Monty Python, Terry Gilliam, proyecta y esconde las imágenes de Brazil tras una construcción enorme de archivadores. La mejor parte de la película, Planes secretos para reconstruir la realidad, Una visión desde lo alto son algunas de las etiquetas de cada cajonera. El público deja de ser mero espectador y, merced a la curiosidad de cada individuo, da vida al proyecto de Gilliam.Una visión de Disney

Paula Rego, la artista portuguesa. instalada en Londres desde los años sesenta, reinterpreta la obra de Walt Disney en trágicas y grotescas composiciones. La figura masculina desaparece de su serie de pinturas Avestruces bailando, ejecutada a partir de los dibujos de Fantasía , pero es la referencia central en Blancanieves y su Madrastra. Rego cita a Pinocho entre sus películas favoritas de todos los tiempos y, en esta ocasión, dedica a su mítico autor la veintena de cuadros que exhibe en Londres por primera vez.

Eduardo Paolozzi, Boyd Webb, Fiona Banner y Steve McQueen completan los escenarios de Hechizado, un proyecto que surge gracias a la colaboración de la galería Hayward y del Instituto Británico del Cine. La exposición, que se prolonga hasta el 6 de mayo y, de momento, es una de las más visitadas en Londres, viene acompañada de un exhaustivo catálogo y de una serie de charlas y debates sobre el motivo de la muestra: la relación entre arte y cine.

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