Pujol pide consenso para enterrar la crispación de la última legislatura

Jordi Pujol sigue creyendo posible que José María Aznar alcance la investidura sin que los diputados de CiU se vean obligados a votarle, pese a que Felipe González le confirmó el jueves que el PSOE votará en contra. Ayer, en Edimburgo (Escocía), el presidente catalán reiteró que la investidura de Aznar no depende sólo de CiU, sino también de otras fuerzas políticas, informa Efe. Pujol hizo un llamamiento a que en la nueva etapa política los partidos abandonen la práctica de descalificación del contrario que presidió la anterior legislatura.

Pujol ha recuperado su discurso de que España necesita serenar la vida política y recuperar el "sosiego, la tranquilidad, la racionalidad y el respeto mutuo", como condición imprescindible para que el país pueda "salir adelante".En vísperas de las elecciones autonómicas catalanas de noviembre, unas declaraciones de Pujol en este mismo sentido -criticando la utilización partidista que hacía la oposición del caso GAL- levantaron una gran polvareda entre quienes quisieron interpretarlas como una propuesta de ley de punto final, lo que el líder catalanista negó con rotundidad.

Ayer el presidente catalán señaló que el concurso de las demás fuerzas políticas no solamente será necesaria para que Aznar alcance eventualmente la investidura, sino también para introducir en la vida política ese clima de racionalidad" que él propugna.

El diputado alecto de CiU por Tarragona, Joan Miquel Nadal, y el ex secretario general de Convergència, Miquel Roca, han sido en los últimos días más precisos y han apuntado al caso GAL como el principal asunto que puede volver a enturbiar en el futuro el clima de serenidad que, según los nacionalistas, necesita el país.

A partir del 3 de marzo "se acaba una época y la que llega ahora la tenemos que hacer con un nuevo estilo. Si no somos capaces de enterrar el estilo que se ha impuesto los dos últimos años y medio no hay posibilidad de construir el país", señaló Roca el pasado jueves.

"Si este país sólo habla de ETA cuando mata y el resto de días habla del GAL, esto no tiene arreglo", agregó el antiguo portavoz del grupo parlamentario catalanista en el Congreso de los Diputados. Porque "cuando los jueces hacen política, los políticos escriben crónicas y los periodistas dictan sentencias, el país se va a la mierda", afirmó Roca.

Dirigentes de CiU consideran que será innecesario exigir del PP que no utilice políticamente desde el poder el caso GAL para erosionar a Felipe González y el partido socialista y que deje el asunto exclusivamente en manos de los jueces, porque si los populares cayeran en la tentación de utilizarlo saben que CiU no les apoyaría.

Pujol ha pedido a González garantías de que el partido socialista no practicará, desde la oposición, la misma política agresiva que ha ejercido el Partido Popular y la que el propio PSOE llevó a cabo cuando era oposición a UCD. Y garantías, sobre todo, de que no utilizará un eventual acuerdo entre CiU y el PP para desacreditar a la coalición nacionalista.

González le aseguró que los socialistas ejercerán una oposición rigurosa y constructiva, según fuentes que conocen el desarrollo de la entrevista, pero las declaraciones de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente socialista de Extremadura, alertando del peligro de que un acuerdo entre CiU y PP vaya en detrimento de las demás comunidades autónomas, han encendido las luces de alarma entre los nacionalistas.

El presidente catalán, que llegó el viernes a la capital de Escocia para pronunciar una conferencia sobre autonomía política organizada por la Internacional Liberal, reiteró que la entrevista con Aznar no se celebrará este fin de semana como se daba por hecho. La fecha y el lugar del encuentro es "uno de los misterio más grandes de este país y su pongo que algún día se desvelará", dijo ayer irónicamente e consejero de la Presidencia de Gobierno catalán, Xavier Trias quien confeso que él no tiene "ni idea". del momento previsto par, el encuentro.