Israel tratará de que se apruebe un mecanismo para combatir el terrorismo

La diplomacia israelí lanzó ayer una ofensiva regional para que la cumbre que hoy reúne a más de treinta países en Sharm el Sheij (Egipto) concluya con algo más que un compromiso de reactivar el proceso de paz israelo-palestino, seriamente comprometido tras la plaga de atentados integristas. Israel quiere una condena del terrorismo y establecer un mecanismo para combatirlo. El ministro de Exteriores, Ehud Barak, viajó a Jordania con esa intención al tiempo que el jefe del Gobierno, Simon Peres, recibía en Jerusalén a un enviado especial del presidente egipcio, Hosni Mubarak, que ha sido el impulsor de este precipitado encuentro junto con su homólogo norteamericano, Bill Clinton.

La posición oficial de Israel, respaldada plenamente por Estados Unidos, es que la cumbre condene sin matices la actividad terrorista de los fundamentalistas islámicos y haga un llamamiento particular a Irán para que cese en su presunto apoyo logístico y financiero a estos grupos. Barak dijo ayer en Ammán, tras entrevistarse con el príncipe Hasan, heredero de la corona jordana, y con el primer ministro, Abdul Karim al Kabariti, que, además de su significado político, la conferencia debe impulsar mecanismos para eliminar el terrorismo en toda la región. Para ello, según el jefe de la diplomacia israelí, es necesario compartir información y tecnología sobre grupos terroristas que operan en la zona, cortar la ayuda financiera que reciben y coordinar una legislación que facilite el aplastamiento del terrorismo.Por su parte, Peres recibió del enviado especial de Mubarak palabras menos contundentes sobre el verdadero alcance de la cumbre de Sharm el Sheij. Egipto, por el momento, no quiere ir más allá de una condena de la espiral de violencia que en los últimas fechas ha causado 60 muertos en Israel y de enfatizar la conveniencia de reactivar el proceso de paz. Ésa es también la postura del líder palestino, Yasir Arafat, consciente de que la situación se le puede escapar de las manos si definitivamente el resto de la comunidad árabe entiende que se ha echado en los brazos de Israel y de Estados Unidos. El Gobierno palestino ha encajado mal el boicoteo que Líbano y sobre todo Siria, pieza clave en el complicado rompecabezas de Oriente Próximo, han decidido hacer a la conferencia.

Tampoco la oposición israelí aplaude sin pestañear la oportunidad de la cumbre. -El derechista partido Likud, al que las encuestas han colocado por primera vez delante de los laboristas a menos de tres meses (de las elecciones generales, sostiene que el foro sirve ante todo para los intereses electorales de Peres.

De momento, las fuerzas de seguridad israelíes continuaron ayer con la operación de desmantelamiento de centros ligados a Hamás y detuvieron a una decena de presuntos líderes de la resistencia islámica en Cisjordania, lo que eleva a más de 250 la cifra de detenidos en los últimos diez días en ese territorio. Más impresionante es la cifra de capturados por la policía palestina en Gaza, que rebasa ya los 600.