Los países asiáticos callan para no irritar a Pekín

Como una manada de avestruces, los países asiáticos han escondido la cabeza debajo del ala a la espera de que pase el temporal entre China y Taiwan. Conforme pasan los días, crece la preocupación de los Gobiernos vecinos, pero ninguno osa levantar la voz por temor a que Pekín le coloque en la lista negra.Sin duda el caso más dramático es el de Hong Kong. Cuando apenas faltan 475 días para que la colonia británica pase a estar controlada por China, ni las autoridades gubernamentales, ni el Consejo Legislativo (consultivo), ni los miembros de la poderosa comunidad económica se han atrevido a pronunciar palabra sobre una disputa que les afecta casi tanto a ellos como a Pekín y Taipei.

Desde 1988 de forma abierta, y mucho antes bajo un disfraz, el comercio entre China y Taiwan se realiza a través de Hong Kong. Miles de millones de dólares pasan cada año por esa puerta. Sí la desestabilización del estrecho de Formosa sigue y se cortan el flujo comercial y las inversiones no harán falta misiles para hundir en la miseria a millones de personas.

Cautela de Japón

Japón es otro caso evidente del extremo cuidado con que Asia trata las relaciones con su irascible vecino y mercado de 1.200 millones de consumidores potenciales. El objetivo contra el que el viernes pasado el Ejército Popular de Liberacíón disparó un misil sin carga explosiva se encuentra a la misma distancia del puerto norteño taiwanés de Keelung, que de una isla japonesa. Tokio anunció el envío de un portahelicópteros para vigilar la zona, pero luego calló. El embajador chino en Japón -cuarto inversor en China después de Hong Kong, EE UU y el mismo Taiwan- ha sido llamado al Ministerio de Exteriores dos veces, pero sólo se le expresó la preocupación por la crisis y el interés porque se resuelva.La entrada en escena de los portaviones norteamericanos complica más la situación para Japón que, al igual que Filipinas y Corea del Sur, tiene acuerdos militares con Washington que podrían obligarle a entrar en el conflicto si interviene EE UU.

Incluso India, que sufrió el avance chino en 1962 y aún mantiene diferendos fronterizos, ha preferido antes que criticar a Pekín arremeter contra Washington "por hacer alarde" de una defensa de Taiwan que luego no realizará. Indonesia, Vietnam, Malaisia y Brunei que, al igual que Filipinas, reivindican la soberanía sobre islas e islotes en el mar del Sur de China que Pekín considera parte de su territorio, tampoco abren la boca para evitar así un aumento de la belicosidad del creciente nacionalismo chino.