Bajar la presión arterial no basta para prevenir complicaciones
Los expertos sostienen que para prevenir las complicaciones de la hipertensión (infarto de miocardio, trombosis cerebral, insuficiencia renal) no es suficiente con reducir las cifras de la presión arterial. Señalan que el médico debe tener también en cuenta otros aspectos, que han de ser estudiados periódicamente mediante diferentes pruebas.Así lo afirmaron la semana pasada en Madrid, con motivo de la primera reunión científica que celebran la Sociedad Española de Hipertensión (SEH) y la Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (LELHA), que representa el punto de partida para la fusión de ambas asociaciones médicas.
La hipertensión arterial, si no está bien controlada, llega a producir lesiones importantes en los órganos diana: corazón, cerebro y riñón. Este daño orgánico empieza a aparecer desde el momento en que se inicia el proceso, de ahí la importancia de su diagnóstico precoz y tratamiento.
"Ante un diagnóstico de hipertensión, además de valorar la existencia de otros factores de riesgo cardiovascular, como el colesterol alto, el tabaquismo, la obesidad y la diabetes, que potencian los riesgos de la tensión alta, se deben estudiar periódicamente otros parámetros clínicos que revelen el estado de los órganos diana. No podemos conformarnos sólo con bajar la tensión", señaló José Luis Rodicio, hasta ahora presidente de la SEH.
Pruebas complementarias
Las pruebas complementarias que menciona este especialista son el fondo de ojo, para comprobar cómo están las arterias y los vasos de la retina; un electrocardiograma, que revelará el estado del corazón; un análisis de orina, para valorar una posible afectación del riñon, y un completo análisis de sangre, que sugerirá la presencia de otros trastornos.La evolución de la hipertensión y sus complicaciones se, establece precisamente en función de Ia reducción de las cifras tensionales y de esos otros parámetros clínicos", como indica Javier Diez, jefe de investigación de Fisiopatología Vascular de la Universidad de Navarra.
"Los más recientes estudios sobre el daño orgánico que produce", añade, "demuestran que este problema afecta a todos los vasos sanguíneos, no sólo a las grandes arterias, como se pensaba hasta hace poco. Éste es un nuevo factor que debemos empezar a considerar al hacer un pronóstico, aunque de momento no disponemos de métodos para evaluar con precisión ese daño vascular".
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