Legalizada la eutanasia en nueve Estados de EE UU
Un ciudadano estadounidense que sufra una enfermedad terminal y que mantenga sus facultades mentales completas tiene el derecho, amparado por la Constitución, de pedir a un médico que le ayude a dejar de vivir. Esta es la revolucionaria decisión tomada por un tribunal de apelaciones de San Francisco, en pleno debate nacional sobre la eutanasia. El fallo coincide con el juicio por asesinato del Doctor Kevorkian, que ha ayudado a morir a 27 personas.La sentencia, que probablemente será recurrida ante el Tribunal Supremo, tiene vigencia en nueve estados del Oeste de EE UU. El tribunal de apelaciones, en una votación de 8 jueces contra tres, dejó sin efecto una ley del Estado de Washington que criminaliza la ayuda que un médico pueda dar a un paciente para acelerar su muerte. La norma, según el tribunal de San Francisco, viola el derecho a la libertad y la igualdad ante la ley que recoge la XIV Enmienda de la Constitución.
"Existe una libertad de intereses constitucionalmente protegida en la decisión de determinar el momento y la forma de la propia muerte", según el escrito del juez Stephen Reinhardt, que refleja el punto de vísta de la mayoría. Según él, si a una persona que padece una enfermedad sin remedio se le niega la posibilidad de acabar con esa situación, "es difícil imaginar dónde puede detenerse el ejercicio de poder arbitrario e intrusivo por parte del Estado".
El fallo renovará el debate sobre la eutanasia y el aborto. El propio juez Reinhardt cree que puede establecerse un paralelismo sobre la protección constitucional de los dos: "Igual que la decisión de abortar o no, la decisión de cuándo y cómo morir es una de las opciones más íntimas y personales, basada en la dignidad y en la autonomía personal".
Los partidarios de la eutanasia saludaron el fallo con satisfacción. Por el contrario, la Liga por la Vida consideró que "los vulnerables, los débiles y los moribundos serán ahora presa fácil de aquellos que promueven la opción de morir, un eufemismo que sustituye a asesinato en primer grado".
En 33 Estados de EE UU se prohíbe que los médicos ayuden a morir a sus pacientes y en seis las leyes son ambiguas. En 1994, los habitantes de Oregon aprobaron en referendum la asistencia médica a enfermos que quieren suicidarse, pero su entrada en vigor está pendiente de recurso, porque un juez la consideró inconstitucional.
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