Día de Acción de Gracias

Dentro de las complejas y siempre un tanto tortuosas relaciones entre la comida y el cine, A casa por vacaciones ocupa una posición destacada. Dividida en 10 partes, narra cómo una tradicional familia norteamericana de clase media se reúne en la casa de los padres para celebrar la tradicional comida de Acción de Gracias.Al igual que las grandes obras de teatro, tiene unidad de acción, tiempo y lugar, por lo que, más que estar basada en un relato de Chris Radant, parece una adaptación de una obra teatral. Tras un breve prólogo en Nueva York, la totalidad de la acción se desarrolla en la casa familiar de Baltimore y alrededores durante 24 horas.

Con estos elementos, Jodie Foster intenta hacer una comedia que no sólo critique esta particular fiesta familiar norteamericana, sino todas las fiestas fainiliares en general. La incomodidad que supone para los asistentes, los vanos intentos por conseguir una ficticia felicidad durante unas horas y el caos y los enfrentamientos a que dan lugar.

Eficaz actriz infantil, lo que confirma al ganar un Oscar a los 14 años por su trabajo en Taxi driver (1976), de Martin Scorsese, la ambiciosa Jodie Foster no sólo consigue dar los difíciles saltos a la adolescencia y la madurez, sino que también a principios de los noventa comienza una carrera paralela como realizadora con El pequeño Tate.

Durante estos cinco años, Jodie Foster ha aprendido mucho, pero A casa por vacaciones es un proyecto demasiado complejo, que le viene un tanto grande. Tanto por el señalado tono teatral que despide la película y el .dificil punto de comedia crítica, siempre al borde del drama, que tiene la historia, como porque en sus principales escenas juega con nueve personajes.

Demuestra ser una buena directora de actores, lo que hace que Holly Hunter esté una vez más perfecta, así como el veterano secundario Charles Durning, mientras Anne Bancroft está al borde de la caricatura, y Robert Downey Jr. y Geraldine Chaplin caen en ella. También se acerca al punto donde se mezclan la crítica con la ironía para construir una mágica comedia de costumbres, pero al conjunto le falta la gracia que consiguen los mejores y más veteranos directores especialistas en el género.