Ayudas

Habida cuenta de que constituimos una sociedad anónima laboral, llamé a la Consejería de Economía y Empleo para informarme sobre las condiciones de la ayuda a empresas privadas incluida en la Orden 1737/1995, de 6 de octubre, que entró en vigor el jueves 12 de octubre.Durante la preparación de los documentos de la solicitud fui escuchando, leyendo quejas de sindicatos, organizaciones de empresarios, etcétera, respecto a la forma y plazo de convocar estas ayudas, y llegó el día 31 de octubre, fecha límite de la presentación de las solicitudes.

Nos presentamos, al parecer, más de cuatro mil empresas; mientras compulsábamos la do cumentación para acudir poste riormente al registro se notificó la constitución de "registros auxiliares" para poder atender al elevado número de solicitudes y la finalización de la "compulsa".

El 15 de noviembre recibimos la notificación relativa a nuestro expediente, número 3.905, que adolecía de falta de documentos, sin los cuales no se tramitaría la subvención (número de cuenta corriente y otros ya presentados anteriormente), documentos que e presentaron el 20 de noviembre, dentro de plazo, como consta en la recepción de los mismos por el registro.

El 20 de diciembre, y ante la o comunicación de la resolución, fin de plazo para las solicitudes aprobadas, me puse en contacto telefónico con la Consejería de Economía y Empleo, comunicándome la "no admisión por fuera de plazo", circunsancia errónea que hice saber a la comunicante, que me adujo: 'Sólo se admitieron las mil primeras; si no está de acuerdo, entable un contencioso-adminisrativo"; fin de conversación.

Como las argumentaciones ara la no concesión de ayuda no e parecieron muy contundentes, solicité por escrito la comunicación de tal denegación, circunstancia que figura en el artículo 10 de la orden de la concesión de ayudas, para saber los motivos de tal denegación y poder recurrir si es posible. Hoy, dos meses después de tal petición, sigo sin saber el motivo.

Según lo publicado en su periódico, somos muchos los que debemos estar en parecidas circunstancias; sin duda, deberíamos haber montado una empresa para la protección de équidos (por lo del "caballo olímpico") y llamarla algo parecido a "Burros Cam", ya que, presentando la documentación para las subvenciones antes de que se enteren los propios funcionarios de la Consejería de Economía y solicitando avales a Aval Madrid, serían sin duda atendidas ambas peticiones que, en empresas de economía social, resultan de muy difícil acceso-