_
_
_
_
Elecciones 3 de marzo

CiU se abstendrá o votará en contra de la investidura de José María Aznar

Convergéncia i Unió no votará a favor de la investidura de José María Aznar pese a que la coalición nacionalista es partidaria de que el líder de la derecha forme gobierno y dé estabilidad a la compleja situación política española. El secretariado permanente de Convergència Democrática, reunido ayer, no decidió si el grupo parlamentario votará en contra en la primera vuelta y se abstendrá en la segunda o se abstendrá en ambas, aunque esta segunda posibilidad es la más verosímil. Los nacionalistas catalanes esperan no ir solos en este viaje y que tanto el PNV como sobre todo el PSOE permitan con su abstención que Aznar pueda formar gobierno.

Más información
Pujol baraja la posibilidad de un pacto con el PSC en Cataluña
Un sector del PP catalán achaca su derrota a la línea de Vidal-Quadras
Aznar no puede elegir pareja
Insuficiencias y satisfacciones
"No vamos a parar hasta lograr un acuerdo que dé estabilidad"
Inquietud en los inversores por la pírrica victoria del PP
Una fijación infantil

La alternativa a un fracaso de José María Aznar -que Felipe González intente formar gobierno en segundo lugar- es una opción mal vista en medios de CiU, porque consideran inverosímil una combinación que les incluya a ellos y a Izquierda Unida. Y la disolución anticipada de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones no conviene ni al país ni a ningún partido, agregan estas fuentes. De ahí que los nacionalistas esperen que el PSOE, pese a sus reticencias iniciales, optará por la abstención en la investidura.Otra cosa es lo que pueda ocurrir en el futuro: CiU no hace ascos a acuerdos concretos con el PP siempre que no contradigan su programa. "Y a un precio muy alto", agregan. Tampoco descartan que dentro de un par de años, según como evolucione la situación, puedan participar en una operación para dejar caer al Gobierno y forzar elecciones anticipadas.

El deterioro en las relaciones entre CiU y el PP ha llegado a tal extremo que Jordi Pujol no tendría el respaldo del partido ni del grupo parlamentario si propusiera ahora un acercamiento al partido de José María Aznar, admiten fuentes nacionalistas. En 1993 la ejecutiva de CDC se dividió entre partidarios y contrarios a un acuerdo con el PSOE. Pujol tiró entonces por el camino de enmedio: se rechazó la oferta de González de entrar en el Gobierno pero se aceptó un pacto de legislatura. En esta ocasión "no se encontrará ni un solo dirigente de Convergéncia que defienda un acuerdo con Aznar", indicó ayer un dirigente nacionalista.

El cabeza de lista por Barcelona y futuro presidente de los grupos parlamentarios de CiU en el Congreso y en el Senado (16 diputados y 8 senadores, uno y dos menos, respectivamente), Joaquim Molins, confirmó ayer que CiU no votará la investidura: "Ya lo dije durante la campaña y lo mantengo. Aquello no fue una estrategia electoral, sino la concreción rigurosa de una realidad, que es el comportamiento del PP durante estos dos años y medio últimos y el contenido de su programa", manifestó. Molins añadió que pocos programas electorales son tan opuestos al de CiU como el del Partido Popular: "El PP debería cambiar mucho, como un guante", para que pueda ser posible algún tipo de colaboración con los nacionalistas.

Inquina al PP

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los diputados de CiU se han abstenido en todas las votaciones de investidura excepto en dos ocasiones: con Leopoldo Calvo Sotelo, en 1981, pero sólo después del intento de golpe de Estado, y en 1993 con Felipe González, cuando alcanzaron con éste un pacto de legislatura.La inquina de las bases de la coalición nacionalista hacia Aznar y su partido se puso en evidencia en la noche del domingo. Los militantes y simpatizantes que habían acudido al hotel donde CiU celebraba su fiesta electoral se desgañitaron abroncando y silbando las comparecencias por televisión de dirigentes del PP y coreando consignas contra José María Aznar, algunas insultantes.

Los resultados electorales hantenido también la virtud de bloquear cualquier tentación de Unió Democrática de actuar por su cuenta, algo que se le había atribuido a su líder, Josep Antoni Duran Lleida, pero que éste siempre ha negado. Los cinco diputados de UDC no le sirven a Aznar para nada, destacaron ayer dirigentes de Convergéncia que temían que otras circunstancias permitieran a Duran hacer valer cara su fidelidad a la coalición.

Duran Lleida declaró ayer que es el PP, como partido ganador de las elecciones, el que debe gobernar, pero le aconsejó que para ello "debe anclarse" en el centro, ser "dialogante" y aceptar la realidad plurinacional, pluricultural y plurilingüística de España. El dirigente democristiano destacó que el Partido Popular es prisionero y está hipotecado por los ataques que ha lanzado contra CiU, y señaló que es Aznar quien debe Ievantar esa hipoteca" con actos y no sólo con palabras.

Pujol telefoneó ayer a José María Aznar para felicitarle por su victoria, pero no le encontró. Cuando un rato después el líder del PP le devolvió la llamada era Pujol el que estaba ilocalizable. A media tarde ambos pudieron hablar por fin. Duran Lleida felicitó a Aznar en la noche del domingo y ayer tenía la intención de hacer lo propio con González.

Diálogo pero no pacto

El secretario general de Convergéncia, Pere Esteve, abundó en la posición de Molins contraria a un acuerdo con los populares: "En la campaña electoral e incluso antes ha quedado claro que el PP no puede contar con nosotros", declaró ayer. El diálogo con el PP "es imposible, porque ha quedado claro que discrepamos en temas esenciales para nosotros", agregó Esteve. Esto no significa, precisó, que no estemos abiertos al diálogo, pero las discrepancias son muy de fondo y han producido una situación en la que el diálogo no es posible". Los nacionalistas exigen del PP que se retracte de los ataques que ha dirigido a los nacionalistas desde que éstos pactaron con González en 1993. Pero esa retractación es una condición necesaria, no suficiente, señaló Esteve, Los nacionalistas catalanes no se muestran predispuestos a aceptar la propuesta del Partido Nacionalista Vasco de arrebatarle al PP, en contra de su voluntad, la presidencia del Congreso de los Diputados.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_