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Mueren 123 personas en Arequipa en la mayor tragedia de la aviación comercial peruana

Un avión Boeing 737 de la compañía peruana Faucett se precipitó en la noche del jueves contra un cañón de los Andes a ocho minutos de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Arequipa, a 1.000 kilómeros al sur de Lima. Ninguno de sus 123 ocupantes logró sobrevivir. No había españoles a bordo. "Nunca había visto nada parecido, sólo en la televisión", declaró anoche Jorge Tejada, un taxista de Arequipa que caminó los seis kiIómetros que le separaban del lugar. Los equipos de rescate habían logrado recuperar 103 cadáveres; la mayoría de ellos, irreconocibles.

Los restos del avión se hallan esparcidos a lo largo, en un espacio de unos doscientos metros, en medio de un quebrada llamada Yura. Aún es pronto para saber las causas de la que es la mayor tragedia aérea de Perú. "Sería irresponsable especular", admitió ayer el ministro peruano de Transporte, Manuel Vara Ochoa. La caja negra, que esconde seguramente las claves del accidente, ya ha sido encontrada, pero se tardarán semanas en descifrarla.Una de las posibles causas que se manejaban ayer en el aeropuerto de Arequipa, donde se sucedían las escenas de dolor de los familiares, era la escasa visibilidad reinante en torno a las cumbres de los Andes que los aviones deben cruzar para aterrizar en Arequipa.La aeronave perdió el contacto con la torre de control a las 20.15 del jueves, hora local, después de que el piloto, Juan Mayta, obtuviera la autorización para el descenso, informó un portavoz de la compañía.

Los primeros en avisar el avión siniestrado fueron la tripulación y los pasajeros de un avión de Aeroperú que llegaron a Arequipa minutos después de que se produjera el accidente. Vieron desde lo alto la nave en el suelo, envuelta en llamas.

No es el primer accidente de la compañía Faucett. Perdió, en septiembre de 1990, un Boeing 727 que cayó con 37 personas cuando sobrevolaba el Atlántico norte.

La conmoción en Perú por la muerte de los 123 ocupantes, 40 de los cuáles eran turistas, ninguno de ellos de nacionalidad española, sólo es comparable a la que se produjo en 1988, cuando un Fokker de la Aviación Naval cayó al mar con el equipo completo del club de fútbol Alianza Lima, que perdió dos generaciones de jugadores en la tragedia.

El accidente de Arequipa es el tercero en el plazo de tres meses que sufren aviones comerciales en América Latina, después del que se estrelló el mes pasado en aguas de la República Dominicana, en el que murieron 189 personas, la mayoría de ellos turistas alemanes, y el aparato de American Airlines que se estrelló el 21 de diciembre de 1995 cerca de la ciudad colombiana de Cali, en el que perdieron la vida 163 personas.

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Familiares desesperados aguardan noticias en Arequipa. Una parte de ellos se trasladó ayer desde Tacna y otros desde Lima, la capital peruana, para hacerse cargo de los restos de sus familiares fallecidos.

Con gafas oscuras, compungido, el pintor Fernando de Szyslo se hallaba entre los familiares. También su ex esposa, la poetisa Blanca Varela. El joven hijo de ambos, Lorenzo, fue una de las víctimas.

La inicial lista de víctimas proporcionada por Faucett revela que perecieron 33 turistas chilenos, dos canadienses, dos belgas, dos bolivianos y un brasileño. El vuelo 251 de Faucett había partido del aeropuerto Jorge Chaves a las 19.15 y tenía previsto llegar a la ciudad de Tacna después de hacer una escala en Arequipa.

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