"Somos más, somos mejores, somos más fuertes"

JAVIER CASQUEIRO A Francisco Tomás-Valiente Lanuza, Quico, el hijo periodista del ex presidente del Tribunal Constitucional asesinado la semana pasada, le atragantaba la emoción al leer el comunicado conjunto de las fuerzas convocantes de la manifestación de ayer en Madrid a favor de la paz y contra la violencia. Pero se contuvo. Dijo: "Somos más, somos mejores y somos más fuertes. Somos un gran pueblo que constituye un gran país, un país democrático surgido del esfuerzo de todos y con el ejemplo de los mejores".

Quico Tomás-Valiente bajó de la tarima, instalada en la Puerta del Sol para que se le viera mejor entre la muchedumbre, y se resguardó tras el portón de entrada a la Casa del Reloj, la histórica sede en obras del Gobierno regional madrileño en el kilómetro cero de España. Eran las nueve y cuarto de la noche de ayer. Había recorrido dos kilómetros en la cabeza de una marcha a la que se sumaron cientos de miles de personas y no se sentía capaz de soportar el aluvión de abrazos y condolencias. Sus hermanos le arroparon. Estaba impresionado ante tanto gentío pero no podía olvidar la pérdida irreparable de su padre. Un chaparrón de lluvia acudió entonces para relajar un aire frío y tenso de tanta solidaridad. Los congregados se dispersaron sin incidentes.En el comunicado leído por el hijo de Tomás y Valiente se subraya que "contra la violencia y el terrorismo y por la libertad, una vez más los ciudadanos de Madrid, y con nosotros todos los españoles de buena fe, nos reunimos para demostrar con la mayor energía nuestra fortaleza, que no es más que la expresión de la libertad que el pueblo español se ha dado y conquistado contra todos los que la niegan o quieren arrebatarla".

"Cuando los violentos hablan con la fuerza de sus armas, los demócratas callamos. El silencio de los ciudadanos, manifestándose por la calles, reclamando su derecho a vivir en paz y convivir en libertad es hoy necesario, contundente y firme", prosiguió el manifiesto.

El escrito concluyó con un recuerdo a las familias de las víctimas del terrorismo, representadas en la primera fila de la marcha, y con una referencia a los familiares de los secuestrados que "sufren día a día la incertidumbre por la vida de sus allegados". Se aprovechó para exigir "su inmediata libertad" y para destacar que la unidad de todos en torno a la paz, a la tolerancia, a la libertad, a la convivencia democrática y al estado de derecho es nuestra respuesta, nuestra firme y única respuesta". Un gran aplauso despidió a los concentrados.

Enrique Múgica, ex ministro de Justicia, agradeció en nombre de los familiares de víctimas de atentados terroristas el apoyo recibido: "Consuela nuestra tristeza y estimula nuestra fortaleza". Múgica, cuyo hermano fue asesinado hace dos semanas, añadió: "Ahora tenemos que sentirnos todos unidos pero eso no significa una aspiración abstracta sino un sentimiento compartido de lucha contra el terrorismo con todo el peso implacable de la ley. Como vasco afirmo la necesidad de defender nuestro autogobierno y de mantenemos firmes en el estatuto de autonomía contra ETA, HB, Jarrai y demás tropeles asesinos y bárbaros".

Sergio Intriago, el hijo de 17 años de uno de los mecánicos asesinados por ETA en Vallecas, apostilló: "Esta manifestación debería de haberse celebrado mucho antes, sin esperar a que murieran dos personas importantes".

Los líderes políticos, sindicales, empresariales y sociales coincidieron ayer unánimemente en el fondo y casi en la forma de sus declaraciones. José María Aznar, el presidente del PP, afirmó: "Vamos a ver si aprovechamos este empuje y acabamos con ellos". Su lugarteniente en el Congreso, Rodrigo Rato, destacó: "Los terroristas no obtendrán réditos políticos de la violencia". El ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, apuntó que "por la vía de la tolerancia se puede hacer un país más fuerte", mientras que el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, afirmó: "Que los terroristas comprendan que nunca podrán vencer esta batalla y que el pueblo les va a derrotar".