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Los éuroparlamentarios endurecen la cuota de obras europeas en TV

La votación anuncia un enfrentamiento con el Consejo

Xavier Vidal-Folch

Parlamento Europeo endureció ayer el sistema de cuotas obligatorias para la protección de a producción europea en las emisiones audiovisuales. La Cámara, en una vivaz discusión, enmendó la plana a la decisión de ablandar las cuotas adoptada por el Consejo de Ministros de los Quince en el otoño pasado. La izquierda, con apoyos de los verdes y los nacionalistas, se impuso al Partido Popular Europeo. El Parlamento tendrá ahora que enfrentarse al Consejo de ministros o intentar una fórmula de compromiso.

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La Cámara enmendó en Estrasburgo la reforma de la directiva Televisión sin Fronteras. Lo hizo, por 292 votos a favor y 195 en contra, en primera lectura, dentro de un procedimiento de codecisión: si los ministros no asumen estas enmiendas, volverá a votarlas en segunda lectura, pero entonces necesitará no sólo una mayoría de asistentes, sino de escaños (314 votos). Si repite voto se abrirá una conciliación en e ambas instituciones para encontrar fórmulas de compromiso. En caso de desacuerdo, el texto quedaría como antes de llegar a la Cámara.La directiva de 1989 establecía las cuotas. Imponía que el 51% de las emisiones televisadas no informativas debía ser de producción europea, pero abría un coladero, la cláusula "siempre que esto sea posible". Casi ningún país cumplía. El año pasado, el comisario Marcelino Oreja propuso reformarla. La endurecía, eliminando la cláciusula-coladero; pero la ablandaba, al establecer una vigencia temporal máxima, de diez años, y al computar también en la cuota programas realizados en estudio, por ejemplo delbates.Cine norteamencanoEn el Consejo de ministros, Francia se quedó sola defendiendo el sistema de cuotas obligatorias, frente a las posturas más liberales de sus socios. Al final se llegó al compromiso de echar agua al vino: mantener las cuotas, pero conservar la cláusula-coladero. Sin embargo, el Parlamento eliminó ayer la clásula "siempre que sea posible". La sustituyó por una obligación de los Estados de velar "con los medios adecuados y jurídicairiente vinculantes" por el cumplimiento de la cuota y convirtió el tope de vigencia de 10 años en una mera reconsideración del asunto en ese plazo.

"Si se fija una cuota es para que se cumpla", adujo la presidenta de la Comisión de Cultura, la socialista Luciana Castellina, argumentando que el 82% del cine exhibido en Europa procede de los Estados Unidos.Los socialistas y los miembros del grupo Izquierda Unitaria votaron a favor del endurecimiento, alegrando a los numerosos directores y gentes del cine concentrados en Estrasburgo. El lobby publicitario, en cambio, quedó defraudado: la cuota de publicidad por día (incluida la televenta) no podrá sobrepasar el 20% de la emisión total, y tampoco el 20% de un espacio de una hora.Paradojas políticas

La votación sobre las cuotas arrojó dos paradojas. Una es que los socialistas españoles votaron contra su propia Administración. "Hemos mantenido la disciplina socialista europea, autónoma no respecto del Gobierno, sino de la actitud de los funcionarios de la representación permanente de España, que coincide con los conservadores", adujeron.

Otra paradoja fue que los propios ponentes del texto votado ayer (el español Gerardo Galeote y el alemán Friedrich Hoppenstedt, del Partido Popular Europeo) votaron contra el texto que lleva su nombre, al no lograr imponer la fórmula más blanda.La cuota de emisión obligatoria, según el Partido Popular, es inútil: incluso en Francia "la presencia de producción europea no nacional es insignificante", argumentó Galeote. La medida "va más allá de lo estrictamente necesario", compartió el comisario Oreja.

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