Ir al contenido
_
_
_
_

Bruselas abre una investigación antimonopolio sobre Meta por el acceso de proveedores de IA a WhatsApp

La Comisión Europea analiza si las empresas de inteligencia artificial competidoras “podrían quedar bloqueadas para llegar a sus clientes”

La Comisión Europea inicia una nueva investigación a una gran tecnológica de Estados Unidos: ha abierto un expediente a Meta para averiguar si la dueña de WhatsApp incumple las normas del mercado en la implementación de la inteligencia artificial en el servicio de mensajería. Lo que quiere saber el poderoso departamento de Competencia de la UE que dirige la española Teresa Ribera es si el gigante tecnológico estadounidense está obstaculizando de forma ilegal que la competencia ofrezca servicios de IA a través de la extendida aplicación de mensajería.

Hace poco más de un mes, en octubre pasado, Meta anunció que prohibía a los proveedores de inteligencia artificial ponerse en contacto con los usuarios de WhatsApp cuando este es el principal servicio que se presta. “Estamos investigando si la nueva política de Meta podría ser ilegal conforme a las normas de competencia y si debemos actuar con rapidez para evitar un posible perjuicio irreparable a la competencia en el ámbito de la IA”, explica en un comunicado la comisaria de Competencia y vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera.

Sospecha la Comisión que con esta política puede darse la circunstancia de que haya proveedores de IA que no puedan llegar a sus clientes a través de WhatsApp y que, en cambio, “el servicio propio de Meta, Meta AI, siga estando accesible para los usuarios de la plataforma. Si esto es así, los clientes no tendrían más opciones que la inteligencia artificial de la empresa de Mark Zuckerberg, lo que le otorgaría una gran ventaja sobre el resto de competidores en una plataforma muy popular”.

Esta investigación se abre basándose en las normas antimonopolio tradicionales y no en el reglamento de mercados digitales (DMA, por sus siglas en ingles), lo que puede acabar en un proceso más largo. “La investigación abarcará a todo el espacio económico europeo excepto para Italia para evitar posibles solapamientos con las posibles medidas cautelares que pueda imponer la autoridad de la Competencia en este país respecto a la conducta de Meta”, explica la Comisión.

“Rechazamos rotundamente estas afirmaciones infundadas”, declaró a Bloomberg un portavoz de Meta. La API de WhatsApp —la interfaz a través de la cual otros servicios pueden integrarse con la aplicación de mensajería— “nunca fue diseñada para ser utilizada por chatbots de IA y hacerlo supondría una gran carga para nuestros sistemas”.

“Los mercados de IA están en pleno auge en Europa y más allá [...]. Debemos garantizar que los ciudadanos y las empresas europeas puedan beneficiarse plenamente de esta revolución tecnológica y actuar para evitar que los grandes actores digitales dominantes abusen de su poder para expulsar a competidores innovadores”, añadió Ribera.

La Comisión llevará ahora a cabo su investigación en profundidad con carácter prioritario. La apertura de una investigación formal no prejuzga su resultado, indicó el Ejecutivo, que recordó que “no existe un plazo legal para finalizar una investigación antimonopolio”.

La investigación llega una semana después de que los máximos responsables de comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick y Jamieson Greer, estuvieran en Bruselas presionando para que la UE relaje sus normas digitales si quería negociar mejoras comerciales para el acero y el aluminio. La administración estadounidense está embarcada en esta cruzada contra las normas digitales europeas desde que Donald Trump volvió a La Casa Blanca. De hecho, este mismo miércoles, el vicesecretario de Estado, Christopher Landau, también de visita en Bruselas, lanzó un mensaje en X contra la UE porque “no les pone fácil hacer negocios [a las empresas de EE UU]”.

Todos estos mensajes han sido respondidos por la vicepresidenta de la Comisión y máxima responsable de Competencia, Teresa Ribera. La española aseguró a un grupo de periodistas, entre ellos EL PAÍS, que “no es apropiado vincular cosas que no están relacionadas, como pedir a una jurisdicción soberana [la Unión, en este caso] que rebaje la protección de su mercado digital y de sus consumidores, con tomar algún tipo de medida de represalia”.

Presión de la UE

En los últimos años, la UE ha aumentado la presión sobre las grandes tecnológicas, para intentar frenar posibles abusos de mercado, ya que unas pocas empresas ejercen un enorme poder en el sector digital europeo. Hace unas semanas, Meta fue condenada por un juzgado mercantil en España a pagar 542 millones de euros a medios españoles por competencia desleal. En abril, Meta recibió una multa de la Comisión Europea de 200 millones de euros por incumplir la ley de mercados digitales, y en noviembre de 2024 se le ordenó pagar 798 millones de euros por vincular su servicio Facebook Marketplace a su red social, algo que, según los reguladores, constituía un abuso de posición dominante.

La investigación europea sobre Meta se produce también tras el inicio de recientes investigaciones en el marco de la Ley de Mercados Digitales sobre Alphabet, la empresa matriz de Google, por su clasificación de medios de comunicación en los resultados de búsqueda, y sobre Amazon y Microsoft por sus servicios de computación en la nube. La Comisión ha insistido en que seguirá aplicando su regulación digital a pesar del riesgo de posibles represalias por parte de Washington y las constantes críticas de Estados Unidos.

El consejero delegado de Meta, Mark Zuckerberg, ha presionado a la administración Trump contra lo que, según la compañía, son regulaciones excesivas de la UE que dejarán al bloque por detrás de Estados Unidos y China en la carrera de la IA. Tanto el presidente Donald Trump como su vicepresidente, J.D. Vance, se han pronunciado en contra de las normas europeas dirigidas a las grandes tecnológicas estadounidenses tras las reuniones con Zuckerberg. El mes pasado, el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, declaró que la UE debe flexibilizar sus regulaciones tecnológicas durante una visita a Bruselas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_