Guerra de agujas
La lucha contra el intrusismo, es decir, aquellos que practican la acupuntura sin ser médicos, desvela a los impulsores del master: "Es tanta la gente metida a acupuntores que registran sus consultas ante el Ministerio de Sanidad sin ser médicos, que en medios académicos se ha sentido la necesidad de encauzar su enseñanza a través de la universidad", explica Álvarez Simó. Igualmente, su alumna María Teresa Puertas insiste en la necesidad de regular su enseñanza, "pues hay mucho negocio en la acupuntura", en relación a la legión de academias que forman en la técnica china.Para Jorge Chuchen, presidente de la Sociedad Española de Acupuntura, la formación que ellas imparten es desigual: "Cuando se enseña acupuntura fuera de la universidad a alumnos con pocos conocimientos, ello obliga a bajar el nivel de las clases y la calidad de la formación". Chih-Ker Yuan es tajante: "Sólo deberían ejercer de acupuntores los médicos, pues ello requiere nociones de bioquímica, fisiología y biofísica".
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