Economía retrasa a septiembre las multas a las empresas que no entregan sus cuentas al Registro Mercantil
El Ministerio de Economía no empezará a imponer hasta septiembre "sanciones masivas" a decenas de miles de empresas que no han entregado sus cuentas a los registros mercantiles como establece la ley desde 1990. La aplicación de multas empezará por el ejercicio de 1995, según el presidente del Instituto de Control y Auditoría de Cuentas (ICAC), Ricardo Bolufer. Esta fecha supone un retraso sobre los planes iniciales de empezar a actuar sobre los años anteriores. Se calcula que hay unas 140.000 empresas que ocultan sus cuentas a los registros mercantiles.Según datos del registro central, hay 700.000 empresas realmente activas en los registros mercantiles. El resto, hasta 900.000 empresas inscritas, son firmas inactivas que no se han adecuado a las exigencias de aumento de capital o no se han transformado en sociedades limitadas si son anónimas. Los registros de toda España han empezado a cancelar las sociedades que no cumplen estos requisitos. De las 700.000 empresas activas, se estima que en torno a un 20% no entregan sus cuentas.
Será por tanto sobre estas 140.000 sociedades sobre las que recaerán las multas. Las sanciones han subido considerablemente. Antes el máximo era dos millones de pesetas. Ahora puede llegar a los 10 millones por cada año de retraso. Con todo, hasta la fecha no se ha impuesto ninguna sanción. Muchas empresas han preferido no entregar las cuentas arriesgándose a las multas para no desvelar datos a la competencia. Fuentes del registro de Barcelona dicen que esto es frecuente en algunas grandes empresas familiares.
Bolufer considera que lo más efectivo será el cierre del registro para las empresas que no depositan cuentas. Esta medida se aprobó el año pasado para intentar cortar por lo sano el incumplimiento del depósito, que había crecido de forma alarmante. El bloqueo del Registro, que empezará a aplicarse a partir de otoño, impedirá a las empresas incumplidoras inscribir cargos, ampliaciones de capital, reformas estatutarias, lo que convertiría estas operaciones en nulas ante terceros.
El retraso en las multas favorece a quienes ocultan sus cuentas, ya que las sanciones prescriben en tres años. Fuentes de los registros de Madrid y Barcelona afirman que miles de empresas se han librado ya de ser multadas por ocultar las cuentas de 1991 y 1992.
