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"El voluntariado no es una alternativa al Estado de bienestar"

Pretende recuperar tradiciones basadas en la comunidad como núcleo primordial de la sociedad. Ni Estado, ni individuo, él alude constantemente a ese tercer brazo que es la comunidad y desde la que los ciudadanos "tienen la oportunidad de resolver los numerosos problemas que afectan a la sociedad y que el Estado no ha sido capaz de solucionar".Amitai Etzioni, catedrático de Sociología en la Universidad George Washington, participó, la pasada semana, en el debate Más allá del Estado y del mercado. La comunidad en la era del individualismo, organizado por el Club de Debate en la Universidad Complutense de Madrid.

. Este profesor de origen judío, pero afincado en Estados Unidos, denuncia la pérdida de valores que está sufriendo la sociedad europea y asegura que si "se continúa con esta tendencia de ir destruyendo poco a poco la infraestructura moral, nos vamos a encontrar con más comportamientos al estilo de los de los cabezas rapadas o los que se suceden en locales en los que se practica el sexo con niños".En cambio, según Etzioni, la situación está ya cambiando en Estados Unidos. "Allí hemos permitido que las cosas se deterioren aún más, pero parece que ya hemos tocado fondo y que podemos empezar a reponemos, tal y como demuestra el declive que ya se está apreciando en la criminalidad", señala.El movimiento intelectual del comunitarismo lleva más de una década en auge en EE UU. Nacido como corriente opuesta' al individualismo y, por tanto, al liberalismo, el comunitarismo pretende demostrar que por delante del Estado deben estar otras entidades sociales menores como la familia o el vecindarío. Aboga porque los ciudadanos intervengan en todos los debates públicos, formando grupos que frenen la influencia de los grupos de interés (lobbies) en el Estado, y creen que la sociología debe servir para resolver problemas y no sólo para investigar.

Los líderes comunitaristas están realizando contribuciones a la política pública. Amitai Etzioni que fue asesor de la Casa Blanca en 1979 y 1980, con Jimmy Carter en la presidencia, detecta, al igual que otros expertos, la influencia de esta corriente en la política social del presidente de Estados Unidos, Bill Cliriton (en la idea de crear un cuerpo de servicio juvenil para la limpieza del medio ambiente, por ejemplo), así como en los programas electorales que están elaborando los laboristas británicos con vistas a las próximas elecciones. Las filas de Tony Blair buscan en el comunitarismo conceptos alternativos al socialismo tradicional, tales como las virtudes cívicas o los valores de la comunidad.

En cuanto a las asociaciones

en las que se debe constituir la comunidad para hacer fuerza frente al Estado,Etzioni señala que es válida "cualquier asociación de voluntarios, de vecinos, grupos que organicen fiestas de barrio, en iglesias. En definitiva, cualquier organización que no lleve al Estado o al mercado en parte de sunombre". Sin embargo, añade, el asociacionismo no tiene la misma popularidad en España que en EE UU. "Pese a que distintos estudios prueban que hay más asociaciones de voluntarios en EE UU, en España hay otro tipo de organizaciones en los barrios que surgen alrededor de la iglesia o de la escuela y que no se tienen en cuenta al realizar esos informes"En España sí que existe un tejido comunitario, que es diferente, porque en EE UU las asociaciones suelen surgir a partir de circunstancias graves, se crean motivadas por causas determinadas. Por eso, los comunitarios están analizando el papel de la familia en España, que es una institución más fuerte que en otros países, porque el pilar de la comunidad es la familia, no el individuo".Afirmaciones como esta última han motivado las críticas de socialistas, feministas (por la defensa de los comunitarios de la familia tradicional) y cómo no, de los liberales. Estos últimos critican a los comunitarios porque consideran peligroso el desprecio que demuestran por los derechos individuales cuando pretenden hacer acción política, y no sólo plasmar sus buenos pensamientos en la vida familiar y diaria de la gente.Los socialistas tachan a los comunitarios de no confiar en la acción del Estado para promover la igualdad social. Sin embargo, Etzioni, que se considera de izquierdas, defiende ideas comunitaristas, así como también que el Estado es clave para la defensa del Estado de bienestar. Y es contundente en su respuesta al hablar del auge que empieza a tener el voluntariado en España y del creciente interés de los políticos en este fenómeno como un remedio parcial, a los problemas del Estado de bienestar. "Está bien esta postura, siempre que se entienda que este tipo de asociaciones no sustituyen al Estado de bienestar y que sólo asumen una pequeña parte de sus tareas".Etzioni matiza que muchas veces "se escucha decir que hay que optar bien por la defensa del Estado de bienestar o bien por la privatización, pero no es así. Hay un cierto espacio para que las personas de forma privada se ayuden mutuamente, como cuando se da un donativo a la Iglesia para los pobres o cuando un particular organiza una cocina para dar comida a los mendigos. Necesitamos ese voluntariado, pero es completamente equivocado decir que pudiera hacer más del 10% de lo que hace el Estado de bienestar".

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