Javier Esteban muestra 14 fotos impresionadas sobre arena

Al fotógrafo Javier Esteban (Alcora, Castellón, 1965) siempre le gustó jugar con la arena y los caballitos de mar. Sólo cuando se fue a vivir lejos del mar entendió lo que significaba aquella pasión. Empezó su carrera fotografiando sombras en las playas que luego positivaba sobre la misma arena. "Aquello fue un intento de atrapar la realidad y llevarme la luz del Mediterráneo", dice Esteban, cuya trayectoria posterior siguió la misma línea, pero introduciendo elementos nuevos que luego se han convertido en iconos como los anzuelos, las sardinas y las estrellas de mar. Bestiario, la exposición que se exhibe hasta el día 12 en la sala Minerva del Círculo de Bellas Artes de Madrid, la componen 14 fotografías impresionadas sobre arena emulsionada.

Se trata de originales únicos en los que mezcla "elementos de la realidad para crear otra realidad". Arena, fotografía y bichitos son una vez más los protagonistas del último trabajo realizado por este fotógrafo. El proceso se inicia con el lavado de la arena; una vez limpia de sales y productos orgánicos, se fija al lienzo, que es sometido a un proceso químico para que sea sensible a la luz como el papel fotográfico.

"Se trata de un Bestiario herido por el paso del tiempo, soportando verdad y fantasía sobre la arena que lo generó", asegura Esteban. Para este fotógrafo de 30 años la fotografía es el juego de la verdad y la mentira: "El elemento con el que al final te quedas es lo que más se parece a la verdad".