Temor a un 'apartheid' lingüístico en el País Vasco

A la complejidad de la puesta en marcha de la reforma de la enseñanza secundaria se une en el País Vasco el problema de encajar la oferta en tres modelos lingüísticos diferentes. El mapa escolar elaborado por el departamento de Educación, en manos del consejero Inaxio Oliveri, de Eusko Alkartasuna, ha generado una cascada de protestas de la comunidad escolar en torno al desequilibrio en favor de las líneas de enseñanza en euskera y la separación de los alumnos en diferentes centros en función del modelo lingüístico.Para la Asociación de Padres de Alumnos de Vizcaya el mapa, consensuado con la Federación de Padres, propiciará el "apartheid lingüístico". El Partido Popular (PP) y los socialistas vascos, compañeros de Oliveri en el Gobierno Vasco de coalición, creen que impone el euskera y provoca enfrentamientos por cuestiones de idioma, y los sindicatos UGT y CC OO, en la misma línea, critican con dureza un plan que prevé el cierre de centros y obligará a realizar traslados de profesores y alumnos.

Oliveri ha respondido a las críticas de asociaciones de padres, sindicatos y partidos políticos recurriendo a los números, que muestran el crecimiento constante de los modelos B (enseñanza bilingüe en euskera y castellano) y D (íntegramente en euskera) frente al retroceso del modelo A (en castellano, con el euskera como asignatura). En 1987, el 61% de los alumnos se escolarizaba en castellano, el 21% en el B y sólo el 16% en el D. Este curso por vez primera los alumnos que cursan la enseñanza en euskera (el 42 %) son mayoría, el modelo 13 ha crecido hasta el 32 % y el A ha descendido al 25 %. "No hay imposición del euskera", argumenta Oliveri. "El sistema educativo debe responder a la demanda de la sociedad".

Cinco categorías

El consejo de Gobierno tiene previsto aprobar en su reunión de hoy el mapa escolar, que clasifica los centros en cinco categorías según los niveles de enseñanza que impartan y divide la comunidad autónoma vasca en 25 circuscripciones. Cerca de 21.000 alumnos que actualmente cursan sexto y séptimo de EGB serán los estudiantes que comenzarán a estudiar los dos cursos del primer ciclo de la ESO el próximo mes de septiembre.El Consejo Escolar de Euskadi ve los problemas en otros aspectos de la reforma. En su opinión, el mapa es flexible y adaptado a la diversidad de cada comarca, pero las previsiones presupuestarias (unos 10.240 millones de pesetas en los próximos tres años) son insuficientes y el reciclaje del profesorado, incluído el proceso de euskaldunización, debe pasar al primer plano si se quieren garantizar los objetivos de la ESO.