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Los socialistas de Grecia votan por el cambio y eligen primer ministro al liberal Costas Simitis

El liberal Costas Simitis, de 59 años, se convirtió ayer en el nuevo primer ministro griego al resultar elegido por el grupo parlamentario del Movimiento Socialista Panheléníco (Pasok), mayoritario en el Parlamento con 179 de los 300 diputados. La designación de Simitis supone el fin de una forma de gobernar -la combinación de autoritarismo y pragmatismo, nacionalismo y populismo de Andreas Papandreu- y el comienzo de una nueva etapa histórica que ligará al país de una manera más decidida a los destinos de la Unión Europea y de Occidente.Simitis obtuvo en la segunda vuelta 86 votos frente a los 75 conseguidos por Akis Tsohatzopulos, actual ministro del Interior y fiel seguidor de Papandreu. Hubo seis votos en blanco. En la primera vuelta el ministro de Defensa, Gerasimos Arsenis, logró 50 votos y el cuarto candidato en discordia, Yanis Hafalambopulos, sólo 11.

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"Unión, renovación, victoria, esos serán los tres ejes de nuestro trabajo". Estas fueron las primeras palabras de Simitis nada más ser proclamado nuevo primer ministro entre los aplausos de los diputados. Sin manifestar ningún signo de euforia, subrayó que "los problemas del país exigen grandes esfuerzos y los ciudadanos piden confianza". El nuevo primer ministro acudió después, a visitar a Papandreu al hospital donde su predecesor se halla internado desde hace dos meses

Simitis era el candidato favorito de la juventud griega, harta de patriarcas políticos y de líderes carismáticos, y también del mundo de los negocios, que ve cómo el país se aleja cada vez más de los criterios de convergencia establecidos en Maastricht.

La sesión del Parlamento comenzó a las doce de la mañana (las once, hora peninsular española) y duró hasta las siete de la tarde. Las votaciones fueron seguidas por decenas de periodistas que rivalizaban por descubrir la intención de voto de los diputados, cosa que fue imposible hasta el último minuto. Los secretos al oído, los gestos de inteligencia y las idas y venidas de los diputados por los pasillos del Parlamento, entretuvieron la espera hasta que se hizo público el nombre del ganador.

Votaron sólo 167 de los 169 diputados socialistas, debido a la reciente muerte de un parlamentario y a la incapacidad de Papandreu. Todos los contendientes encajaron con elegancia y humor su derrota -sobre todo Arsenis, que dijo sentirse "un caballo de carreras al que le dice 'retírate', una voz interior"- y llamaron al cierre de filas del partido.

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Las lenguas maliciosas de Atenas insinuaban que los diputados no habían votado a Simitis por altos ideales patrióticos sino para conservar sus puestos, ya que el nuevo primer ministro es un seguro vencedor en las próximas elecciones, previstas para octubre de 1997, dado que tiene muy buena imagen entre las bases de Nueva Democracia, el principal partido de la oposición de derechas.

Simitis tendrá que afrontar a partir de ahora una tarea de titanes. El primer desafío será ganarse el completo apoyo de su propio partido, dividido en varias sensibilidades, en el próximo congreso extraordinario, que se celebrará en junio.

Los otros dos retos son aún más difíciles. Las cifras macroeconómicas griegas son escalofriantes si se atiende a los criterios de convergencia diseñados en Maastricht. La inflación es de casi el 9%; el déficit público, del 11,3%, y la deuda asciende al 115,3% del PIB. Además, el paro, que hasta ahora era uno de los orgullos griegos por su escasa dimensión, ronda ya el 10%.

Agenda exterior

El otro reto es la política exterior, terreno en el que la voz de Grecia dejó de oírse hace ya tiempo. La pacificación de los Balcanes, los acuerdos aduaneros con la UE y el auge des islamismo en Turquía, el conflicto de Chipre y las relaciones con la antigua. república yugoslava de Macedonia forman parte de una agenda exterior que no podía esperar. De hecho, Simitis tendrá que tratar estos temas a principios de febrero con el subsecretario de Estado norteamericano, Richard Holbrooke, que visitará Atenas.

El nuevo primer ministro se entrevistará hoy con el presidente griego, Costí Stepanopulos, que le encargará formar Gobierno. Está previsto que Simitik sea investido por el pleno del Parlamento en los próximos 15 días.

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