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"No es un momento muy propicio para el idealismo"

Amelia Castilla

Cuando quiso apuntarse al paro le respondieron que la profesión de escritor no figuraba en la lista. Lo intentó con la de espía y le miraron con mala cara. Finalmente pidió que le avisaran para hacer algún cursillo, pero aún no le, han llamado. Álvaro Durán, madrileño, de 37 años, ganador del II Premio Nuevos Narradores de Tusquets con su novela A la intemperie, no cree que "sea un momento propicio para el idealismo". A este escritor le gusta hurgar en el mundo de los personajes que él define como "inexistentes" y que se corresponden con la generación cuya adolescencia coincide con la transición y que se enfrenta a una sociedad donde sólo hay paro y subempleo. A la intemperie tiene también "esa componenda de análisis social. Está plagada de músculos que languidecen por falta de trabajo", dice.Durán bien podría ser el líder de los sin voz. Como ellos, acabó la carrera de Filosofía y ha pasado por una lista interminable de empleos temporales. Probó como camarero en un bar, luego en una discoteca, pintó números en una plaza de toros.... Su vocación literaria aún no le da para comer. A la intemperie acaba de ponerse a la venta y se presenta hoy en el madrileño Café del Espejo.

A la intemperie -"la novela de un hombre en crisis que está a punto de ser expulsado del único reino que posee, que es su casa"- la escribió, trabajando de 11 de la noche a las 6 de la mañana, durante cuatro meses. "Luego la dejé reposar durante seis meses para crear distancia y volví a reencontrarme, con ella durante otros cuatro meses". Nunca, y tiene, montones de cosas escritas en su casa, acudió con un manuscrito, a una editorial. Se decidió a presentar la obra al concurso de Tusquets porque le parecía que "jugaban limpio".

No se aprende

Durán pertenece a la primera promoción de la Escuela de Letras, aunque es de los que sostiene que a escribir no se aprende, pero guarda un excelente recuerdo de los tres años pasados en dicha escuela, Para este escritor, la marca de los tiempos actuales es la velocidad y el transformismo. "Todo está justificado si hay una satisfación, inmediata. En el presente se dan todas las condiciones para el desastre". No cree que haya salidas posibles, pero "se podría intentar una rebelión. Al fin y al cabo, los que están sin trabajo son el grupo social más grande".

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