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Histeria colectiva en Alemania por un supuesto virus mortal de la gripe

Miles de alemanes se avalanzaron sobre los servicios de urgencia y las farmacias de su país, presos del pánico tras la circulación de rumores de que una cepa mortífera del virus A de la gripe había irrumpido en Alemania con el año nuevo. El fantasma de una reedición de la epidemia de gripe de los años sesenta, que se cobró 40.000 vidas, forzó a las farmacias a extender su horario de apertura para atender a la gente en busca de vitamina C y otros, remedios, y colapsó los hospitales por la demanda de vacunas antigripales, según informó el Financial Times.A la vista de la alarma social creada por las noticias sobre la epidemia, varios Estados decidieron prolongar las vacaciones de invierno escolares para evitar posibles contagios. Además, la escasez de vacunas antigripales obligó al Gobierno federal a adoptar la medida inédita de permitir la importación de vacunas extranjeras contra el virus de la gripe.

Alarma infundada

El paso de los días y la ausencia de víctimas mortales han disipado los temores y les ha quitado fundamento. En la raíz del fenómeno no había habido más que la temporada gripal de todos los inviernos, combinada con el resfriado común. Cierto es que la cepa del virus A causante de la. gripe se ha mostrado particularmente virulenta este año, llegando a mandar a la cama a la mitad de la población de Suecia y Dinamarca.En España su virulencia se expresó en una epidemia gripal más agresiva de lo habitual, sobre todo en Cataluña.

El virus de la influenza desencadenó graves epidemias a lo largo del siglo XX. La peor tuvo lugar en 1918, cuya pandemia mató a millones de personas en Europa; la última de extrema gravedad llegó en 1968.

El pánico que se ha apoderado de los alemanes no parece del todo irreal si se considera a la luz de los recientes juicios formulados por virólogos e infectólogos de prestigio mundial. Han alertado frente a la posibilidad real de mutaciones de los virus de la gripe, no descartando la aparición de cepas agresivas capaces de representar una amenaza sanitaria.

Y han situado a este virus como el que más peligros encierra de cara al futuro, por encima del sida y el Ebola.

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