Ilustres interinos
Tres médicos especialistas de la sanidad pública cuentan su situación después de casí 10 años sin plaza
"Aplícase más comúnmente al que ejerce un cargo o empleo por ausencia o falta de otro". Esta es la definición que ofrece el diccionario de la Real Academia para la voz interino. En los hospitales españoles, la cifra de especialistas que ocupan un cargo tal- y como describe este adjetivo asciende a 4.500, cerca de un 40% de los empleados. El adjetivo se ha convertido en nombre merced a la política de contrataciones de la Administración y al permiso explícito de la Academia: "Úsase también como sustantivo".Cada uno de los tres interinos que cuentan su caso ha conseguido, por motivos diferentes, establecer un récord en su condición. María Jesús Ripalda trabaja en un centro donde los sustitutos casi alcanzan en número a los factibles de ser sustituidos. Nicolás Mora ha pasado de ser uno de los doctores de referencia en España para trasplantes de hígado a un "prestigioso parado", en sus propias palabras. Y Vicente Calatayud es, en su cargo de eterno ocupante de plaza vacía, el corresponsable de la creación de dos unidades de neurocirugía en la sanidad pública.
Poder ser despedidos de un día para otro sin previo aviso, ausencia absoluta de la posibilidad de desarrollar su carrera profesional y la no contabilización del tiempo de trabajo para posibles aumentos,- de sueldo (trienios) son tres de las características que posee este tipo de empleo por sustitución. Para mediados de enero. está convocada una huelga intermitente para reivindicar pruebas de idoneidad. Cada uno de los tres entrevistados arrastra su propio balance de paradojas.
Investigador en paro
Nicolás Mora, de 37 años, fue despedido el pasado 2 de noviembre. Su carrera profesional en el hospital Puerta de Hierro de Madrid empieza en mayo de 19 ' 86 cuando ocupa la plaza de interino. Con anterioridad, en enero y en calidad de residente, había participado en la creación del equipo quirúrgico de trasplante hepático. "Después de casi 10 años y con una línea ¿le Investigación abierta me veo en la calle y soy espectador de cómo uno de los doctorandos al que dirijo la tesis goza de una plaza fija", cuenta.Su historial profesional en la década de interinidad por obligación le sitúa como uno de los profesionales más destacados en su especialidad. En su currículo figura la participación en el primer trasplante de hígado realizado en el hospital La Paz de Madrid y en el primer doble trasplante hepático y de corazón con órganos de distintos donantes.
"Mi especialidad y objeto de mis estudios, sin embargo, no es tanto el trasplante en sí como la preservación de los órganos del donante", dice. Para arrojar luz sobre los resultados de su labor echa mano de las cifras: "El Puerta de Hierro posee el índice más bajo de fracaso, precoz en la donación publicado en la literatura mundial. Un 1,2% frente al 5 u 8% reconocido como normal".
Para desarrollar su trabajo, enviado por la sanidad pública y siempre en calidad de sustituto, ha recorrido cerca de 200.000 kilómetros y padecido alrededor de 300 horas de vuelo. "Siempre para acudir allí donde se encuentra el posible donante", aclara. Actualmente, sus estudios (finaciados por el Fondo de Investigación Sanitaria) se dirigen "al desarrollo de métodos que permitan el trasplante hepático existiendo parada cardiaca del donante", explica. Esto aumentaría considerablemente el número de donaciones". "Ahora no sé qué pasará con esto. Al no ser ya. médico del Puerta de Hierro, no puedo figurar como investigador principal del proyecto".
Una vía de investigación reconocida internacionalmente (las dos últimas ponencias presentadas fueron en septiembre y octubre en la International Liver Transplantation Society y la European Society for Organ Transplantation, respectivamente), una exhaustiva preparación en la materia (más de 250 trasplantes) que incluye dos años de prácticas en uno de los cinco mejores hospitales de EE UU y, como curiosidad, una reciente llamada del coordinador de trasplantes de Suecia solicitando su colaboración son algunas de las iniciativas bloqueada! desde principios de noviembre.
Cuenta la gota que colma el vaso: "El doctor que detenta mi plaza en el Puerta de Hierro viene de dedicarse nueve años a la medicina privada en Marbella [como consecuencia de una excedencia] y no precisamente al trasplante de órganos".
María Jesús Ripalda, de 41 años, representa el problema que se vive a diario en los hospitales de reciente creación. Un 38% de los facultativos del centro de Alcalá de Henares (Madrid), donde trabaja, son interinos. De 242 especialistas, 92 ocupan plazas vacantes, en la terminología administrativa.
"Trabajo igual que mis compañeros, tengo las mismas responsabilidades, cobro menos y no tengo derecho, por ejemplo, a *bajas por maternidad", así resume su situación. Lo mismo' desde 1987, en que empezó a trabajar en el servicio de pediatría de la entonces recién inaugurada clínica."En ese momento éramos ocho interinos y cinco compañeros estaban en cornisión, de servicio. Ahora somos cuatro interinos, siete con plaza fija en el centro y dos en comisión de servicios", dice.
Dos clases de médicos
Ella fue contratada después de cursar la subespecialidad (ya que no está reconocida como especialidad) de neonatología en Nueva York. Han pasado ocho años y, pese a ello, no tendría derecho a ningún tipo de indemnización en caso de ser despedida. "Lo grave, aunque lo es, no es tanto la desprotección que sufrimos, sino los dos. tipos de profesionales que esta situación está dando lugar", aclara.Según su razonamiento, sustituciones de interinos están provocando, desajustes en los servicios. Los equipos se formaron atendiendo a un criterio profesional y según las distintas especialidades. "Al llegar gente con plaza fija sin atender a su preparación específica dentro de, en mi caso, la especialidad de pediatría se desactivan y dejan de ser productivos los servicios".
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