Razones estratégicas y comerciales
Los motivos de la furia norteamericana contra la República Islámica son sus intentos por poseer el arma nuclear. En su misiva, la Unión Europea asegura a Estados Unidos que comparte su "preocupación por la proliferación nuclear y de otras armas de destrucción masiva" y expresa su "voluntad de coordinarse para prevenir la multiplicación de dichas armas".Otra de las razones de la ira del Congreso de EE UU contra Teherán es su rechazo al proceso de paz entre los árabes e Israel y, su posible apoyo a los radicales palestinos y libaneses que intentan torpedearlo. Pero los diplomáticos europeos sospechan además que la propuesta de D'Amato no está exenta de móviles comerciales.
Las compañías petroleras norteamericanas tienen que los europeos ocupen los lugares que han dejado vacantes en Irán y que, cuando se normalicen las relaciones entre Washington y Teherán, no puedan volver a explotar yacimientos de la República Islámica porque éstos estén todos en manos de empresas de países de la Unión.
En julio, por ejemplo, la sociedad estadounidense Conoco tuvo que retirarse, por razones políticas, del yacimiento iraní de Sirri, en el Golfo Pérsico, y fue sustituida por la francesa Total. El secretario de Estado adjunto para Asuntos Políticos, Peter Tarnoff, afirmó entonces que la decisión de la empresa gala era "muy lamentable".
Entre las principales potencias europeas, Francia resultará la más afectada por las medidas contra Irán seguida por Italia. Uno de los Estados miembros menos perjudicado es, en cambio, el Reino Unido cuyas empresas petroleras apenas están implantadas en la República Islámica. De ahí que haya sido el socio menos entusiasta con la protesta formulada en Washington. Fuera de la UE la iniciativa norteamericana daña ante todo a los intereses de Japón y Rusia, el país que desarrolla una cooperación nuclear con Iran.
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