Absueltos los tres agentes municipales acusados de maltratar a un inmigrante en la Puerta del Sol

, El titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Madrid, Tomás Martín Gil, ha absuelto a los tres policías municipales acusados de una falta de lesiones por la detención del marroquí Mohamed Zahzoud en la Puerta del Sol el 14 de junio de 1994. La decisión ha sido recurrida por el abogado José Antonio Moreno, de SOS Racismo, organización personada como acusación y que considera "gravísima" la decisión judicial por "consagrar la impunidad" policial. Durante el proceso declararon a favor del marroquí tres testigos que ni conocían a la víctima ni tenían relación entre sí y que pasaban casualmente por el lugar -entre ellos un fotógrafo de Reuter que captó con su cámara la detención-. Todos ellos calificaron de "brutal paliza" la acción de los agentes y recordaron que los golpes siguieron incluso con el detenido esposado. Sin embargo, el juez considera el testimonio de estos testigos "'parcial" por no explicar las "lesiones" de los agentes, sino sólo las del inmigrante.

La sentencia establece que Zahzoud, quien no se presentó al juicio oral, ofreció tres relatos diferentes sobre su detención. "Tales versiones [ ... ] no son corroboradas por los testigos, quienes no deponen [ ... ] sobre la causa generadora del incidente tumultuario, elemento este que es clave para la debida valoración de las conductas posteriores", indica la sentencia. La opinión de SOS Racismo es bien distinta. "Lo que importa no es por qué le fueron a detener, sino lo que hicieron los agentes, y de eso sí que hablan los testigos: fue una paliza".

Al día siguiente de los hechos, y tras su publicación en este periódico, la Policía Municipal de Madrid facilitó un comunicado en el que explicaba que los agentes fueron "rodeados por un grupo de magrebíes que les arrojaron botes de bebidas y piedras", con el resultado de "tres agentes heridos". La sentencia, al recoger la versión policial, simplemente cita que los agentes declararon que el inmigrante se resistió a ser identificado y que se, metió en un grupo que "hubiera podido dificultar o perturbar la acción policial".

Conclusión del magistrado: "La contradicción de ambas versiones sobre hechos que los testigos no esclarecen [según SOS Racismo, el testigo Ramón Salaberria si que conoce los hechos al completo] hace que ambas deban ser valoradas en igual forma, sin que ninguna de ellas deba considerarse de peor condición, ni caer en demérito una de las partes por su condición policial, más aún cuando la de Zahzoud no ha sido prestada en el juicio oral".

Una vez despachada la discusión sobre la legitimidad inicial de la detención, el magistrado pasa a tratar el relato de los testigos, que habla de la "brutalidad policial". Un testimonio que describe al inmigrante pasivo e inerme bajo las patadas y golpes de los agentes. Descripción que no le basta al juez, ya que, en su opinión, dichos golpes no están recogidos en los partes médicos. Algo que sí que ocurre con las "heridas" de los agentes. Ahora bien, el razonamiento judicial establece que, dado que los testigos no dan explicación de las lesiones de los policías sobre las que hay constancia documental-, entonces su versión se convierte en un "visión parcial". Asimismo, de las imágenes tomadas por el fotógrafo Desmond Boylan y que captan varios instantes del suceso el juez afirma que "ofrecen una visión estática de los hechos, sobre la que no es posible realizar juicios de valor".

El resultado de este razonamiento es la absolución de los agentes y del inmigrante.