Garzón interroga al coronel Perote sobre el asesinato del etarra Oñaederra en 1983

El coronel Juan Alberto Perote, ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid, prestó ayer declaración ante el juez Baltasar Garzón en relación con el asesinato del presunto miembro de ETA Ramón Oñaederra, Kattu. La declaración, prevista para la pasada semana, fue aplazada debido a que el coronel estaba aquejado de una fuerte lumbalgia. Perote declaró en calidad de testigo, esto es, sin asistencia de letrado y con obligación de decir la verdad. El contenido de la declaración no ha trascendido, ya que el sumario sigue declarado secreto.Oñaederra fue ametrallado por tres individuos en diciembre de 1983 en el interior del bar Caiette, en el que trabajaba.

Perote declaró que el día anterior a que Oñaederra fuera asesinado, él notificó verbalmente al entonces director del Cesid, teniente general Emilio Alonso Manglano, que se iba a producir un atentado en el sur de Francia. Manglano, por su parte, ha negado que Perote le informase.

El coronel llegó a explicar a Garzón que tenía muy buenas fuentes en el cuartel de Intxaurrondo y, pocos días después, el juez llamó a declarar, primero como testigo y luego como imputado, al teniente Pedro López Nieto, destinado en el citado acuartelamiento en 1983.

López Nieto ha pertenecido al Cesid y fue jefe de los grupos Omega, los llamados patas negras de Roldán. El teniente negó a Garzón que él fuera el informante de Perote ya que, según dijo, en aquella época no trabajaba para el Cesid.