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Isabel II insta a los príncipes de Gales a divorciarse

La reina Isabel II ha escrito una carta a su hijo y heredero de la corona británica, el príncipe Carlos, y a su esposa, de la que está separado, la princesa Diana, instándoles a solicitar cuanto antes el divorcio. La noticia adelantada anoche por la cadena de televisión independiente ITN fue confirmada poco más tarde a través de un comunicado oficial por el propio palacio de Buckingham, residencia de la soberana. Lady Di se entrevistó ayer por la tarde con el primer ministro John Major, en su mansión del palacio de Kensigton, en un encuentro calificado como "contactos de rutina".

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Una entrevista de efecto retardado

Un portavoz de Buckingham reveló que el príncipe Carlos, después de haber recibido la misiva de su madre, manifestó estar de acuerdo con el consejo de la Reina, pero añadió que la respuesta de la princesa Diana aún se desconoce.El diario sensacionalista The Sun adelanta la noticia en su edición de hoy, jueves, asegurando que Isabel II ha decidido ordenar a los príncipes de Gales poner fin a su matrimonio en vista de las manifestaciones que uno y otro vienen realizando desde hace más de un año sobre sus desavenencias personales con grave peligro para la corona.

Los príncipes de Gales se hallan oficialmente separados desde diciembre de 1992. De acuerdo con las leyes británicas, ambos tenían facultad de solicitar el divorcio desde diciembre del año pasado.

"Pronto divorcio"

"Después de considerar la actual situación, la Reina escribió al príncipe y la princesa a principios de esta semana y les expresó la opinión (...) de que es deseable un pronto divorcio", reza el comunicado oficial difundido a última hora de ayer por el Palacio de Buckingham.

"La Reina y el duque de Edimburgo [su esposo, el príncipe Felipe] continuarán haciendo todo lo que puedan para ayudar y respaldar al príncipe y la princesa de Gales y especialmente a sus dos hijos, en este difícil momento", agregó el comunicado.

El gesto de Isabel Il supone una dura decisión tomada con la esperanza de acabar con la crisis más grave de la monarquía británica desde que Eduardo VII se vio obligado a abdicar en 1936 de su derecho al trono tras anunciar su compromiso de boda con Wallis Simpson, una norteamericana divorciada.

El arzobispo de Canterbury, George Carey, jefe de la Iglesia Anglicana, fue consultado por Isabel II antes de que ésta decidiera enviar a su hijo y su nuera la doble misiva y según parece se mostró completamente de acuerdo con el contenido de la misma. La Reina es la cabeza suprema de la religión del Estado, la Iglesia de Inglaterra. Expertos constitucionalistas británicos sostienen que el divorcio no impide que el príncipe Carlos pueda ascender al trono, pero sí trunca cualquier esperanza de que la princesa Diana se convierta en Reina.

En una controvertida y explosiva entrevista que concedió hace un mes a la BBC, lady Di declaró que entre sus planes no estaba el de solicitar el divorcio y que quería convertirse de alguna manera en embajadora extraordinaria de su país. La princesa confesó: "Ambos necesitamos claridad sobre una situación que ha sido objeto de enorme discusión" durante los últimos tres años. Añadió que esperaría la decisión de su marido al respecto.

La cadena de televisión ITN informó anoche que la soberana británica se siente "molesta y frustrada" con los litigios entre Carlos y Diana y muy preocupada por las consecuencias que las desavenencias pueden causar a los dos hijos del matrimonio, los príncipes Guillermo y Harry, de 13 y 11 años, respectivamente. Carlos, que actualmente tiene 47 años, y Diana, 35, se casaron en 1981.

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