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MÉXICO

Faenas emotivas con mal ganado

¿Cómo es posible programar a matadores jóvenes que se juegan la vida por triunfar con encierros que vienen en busca de cartel y cuyo nombre no tiene antecedentes de, éxito? El público, la categoría de esta plaza y los propios diestros merecen más respeto. Sólo las emotivas faenas de El Zotoluco y Arturo Gilio a sus toros de regalo salvaron del rotundo fracaso a la séptima corrida de la temporada.Pese al empeño de Eulalio López El Zotoluco en el que rompió plaza, su labor fue infructuosa por los brincos. que daba el buey. Al cuarto, protestado a su salida por escuálido, El Zotoluco, pese a lo tardo del adversario, lo metió a la flámula recetándole pases con mando.

Con el de regalo, el valiente torero de Azcapotzalco salió a jugársela con la capa. Aprovechando la prontitud y fuerza del burel, con rabia torera inició su faena de rodillas emocionando a la concurrencia al ligar seis escalofriantes pases por alto. Después, de pie, le adelantó la sarga y, ajustándose, toreó por bajo con temple por ambos lados. Se embraguetó en la suerte suprema dejando el acerdo en todo lo alto.

Galindo / Zotoluco, Gilio, Pizarro

Toros de Galindo, impresentables, descastados, pitados. Sobreros de regalo: primero de Marco Garfias, bravo; segundo de Piedras Negras, noble.El Zotoluco: metisaca, dos medias caídas tendidas, cuatro descabellos -aviso- y descabello (silencio); pinchazo y estocada desprendida (ovación y salida al tercio); estocada (dos orejas). Arturo Gilio: dos pinchazos, estocada, ocho descabellos -aviso- y cuatro descabellos (silencio); media delantera y cinco descabellos (palmas); estocada (oreja). Federico Pizarro: metisaca y bajonazo (silencio); dos medias caídas tendidas, descabello -aviso- y descabello (silencio). Plaza Monumental México, 17 de diciembre. Media entrada.

Arturo Gilio saludó al segundo de la tarde con una larga cambiada de rodillas. También inició su tarea con la muleta de hinojos pero lo soso del bicho, que además punteaba, no le permitió lucirse. Lo único meritorio con el suelto quinto fue el segundo par de banderillas, en el que de frente corrió desde toriles hasta el burladero de capotes y lo colocó en buen sitio. Le faltó habilidad de lidiador para poder con la acobardada bestia.

Con el noble pero débil sobrero, que cerró el festejo, volvió a destacar con los palitroques. Principió su estrujante faena en los medios instrumentando un péndulo, que es pase cambiado por la espalda, y ejecutó su toreo con buen gusto.

Al descompuesto tercero, Federico Pizarro lo saludó de hinojos con espectacular larga cambiada. En su trasteo sujetó al difícil bovino e hizo su que hacer con finura en dos series de naturales.

Al huidizo sexto lo recibió Pizarro en los medios con ajustadas chicuelinas. A base de tenacidad pudo meter al acobardado bicho en el engaño y dibujó bellas tandas de soberbios naturales.

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