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Brasil, los trabajos de Cardoso

Los sindicalistas y la oposición siegan la hierba bajo los pies del presidente

Juan Jesús Aznárez

ENVIADO ESPECIALMillones malviven proscritos e irredentos en el Brasil de las caucheras y el cacicazgo, invocan la ética diputados con 500 millones de dólares (unos 61.000 millones de pesetas) en propiedades y braceros de la Amazonia fronteriza con Perú y Bolivia aceptan la comida como único salario. Nada nuevo en las entrañas del gigante. La novedad brasileña es su último presidente, Fernando Herrique Cardoso. A casi un año de la investidura disfruta aún del respaldo de la mayoria, que observa en su gestión un sincero compromiso con la justicia. "No hay milagros en ninguna área. Hay trabajo", advirtió hace unos días. Mientras tanto, dos sonados escándalos por corrupción entorpecen los trabajos legislativos.

En dependencia parlamentaría, coligado a la fuerza con fuerzas en los antípodas de su pensamiento, el intelectual devenido en político avanza lentamente, se estanca a veces y sufre el acoso de una reacción experimentada y astut. El sindicalismo le reprocha, traición a sus orígenes, una reforma administrativa en ciernes con 200.000 empleados públicos en las listas de despidos, y el no haber dudado en emplear la mano dura para sofocar huelgas laborales.,

La nación más compleja y diversa de América Latina, con el 54% de su población de procedencia europea, el 44% mulata o negra y el 1% japonesa, ha emprendido durante su mandato un ambicioso proceso de apertura económica y transformaciones sociales de imprevisible resultado al demandar esfuerzos mancomunados y aventurarse contra fortificaciones económicas, atracadores graduados en Harvard y abusos históricamente impunes. "Sabía que caería sobre un avispero. Algunas abejas pican, pero cuando pican, muchos creamos anticuerpos", se creció el presidente al sostener la imposibilidad de ofrecer resultados espectaculares en un año y Salir en defensa de su esposa, Ruth, de 68 años, antropóloga, directora del programa Comunidad Solidaria, despreciado. como infructuoso por la Conferencia Nacional de Asistencia Social

Al referirse a lo peliagudo del desafío, Fernando Henrique Cardoso suele citar al florentino Nicolás Maquiavelo: "Quien introduce reformas pierde las antiguas alianzas y no gana la confianza de las nuevas". Pocos brasileños desconocían la magnitud de los obstáculos, como tampoco Cardoso su propia precariedad en ' las Cámaras y la frecuente subordinación de sus propuestas a arduas negociaciones. El analista político Terence Christian Reig le encuentra intolerante y poco respetuoso con la democracia: "El haber sido elegido con un montón de votos no le da poderes para hacer todo lo que quiere".

De hecho, no los tiene. Cardoso no disfruta de una estructura partidista suficientemente fuerte, y debe cortejar en el Congreso a una coalición de media docena de agrupaciones con frecuentes contradicciones y más leales sus miembros a los intereses que a los programas: saltan de uñas cuando las propuestas del Ejecutivo contravienen o incomodan sus particulares compromisos o sus amarres con los Estados. Quedan entonces demoradas iniciativas consideradas imprescindibles para modernizar el país.

El Congreso enmendó la Constitución para privatizar empresas. estatales, en, telecomunicaciones y petróleos principalmente, pero se retrasan las leyes encargadas de llevarla a cabo. Tampoco prospera la reforma tributaria, fundamental para mantenerla baja inflación, al toparse el Gobierno con la resistencia de los Estados a ceder facultades impositivas.

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Cardoso pretende asimismo limitar el número de partidos impidiendo el repetido tránsito de los diputados de una. formación según la materia a votación. Convocado por la apertura y las posibilidades de negocio, el capital ingresa masivo: 24.000 millones de dólares entre enero y septiembre de este año, financia el déficit por cuenta corriente y aumenta las reservas hasta cerca de 50.000 millones de dólares. Sin embargo el sistema bancario se muestra muy frágil, y las inversiones directas no cubren aún las grandes necesidades de Brasil.

No es sencillo enderezar una de las naciones con mayor desigualdad en la distribución del ingreso, un distrito federal y, 26 Estados de amplias competencias, 160 millones de habitantes y una superficie que, ocupando más del 50% del total suramericano, presenta penosos contrastes: mansiones con helipuerto, siete millones de niños en la calles, medio millón en la prostitución, 38 millones de personas en la economía Sumergida, una compacta clase media, tecnología avanzada, dinámicos mercados de valores y un 10% de la población con cerca del 50% de la renta nacional.

Sergio Machado es líder del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB, centro-izquierda) en el Senado, y subraya la necesidad de dotar de mayores recursos a la enseñanza básica invirtiendo a futuro, "Aprobar un salario mínimo de 300 reales al mes [30.000 pesetas] puede parecer poco, pero es un extraordinario salto cuando en muchas regiones del país hay profesores que perciben 10 reales al mes".

¿Y los escándalos por corrupción? Continúan. Además del descubierto durante la adjudicación del mayor proyecto de control territorial del mundo, 1.400 millones de dólares a la empresa del estadounidense Raytheon por sembrar de radares la Amazonia, la semana pasada estalló otro: un gran banco financió las campañas, electorales de 1990 de conocidos políticos.Dos ministros de Cardoso figuran en una relación de 44 candidatos beneficiados:

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