El Reino Unido adopta la agenda 'euroescéptica'

El Gobierno británico ha inclinado su precario equilibrio europeo hacia el lado euroescéptico en vísperas de la cumbre de Madrid. La preocupación de que, en dicha reunión, Francia y Alemania opten por suavizar los criterios de convergencia fijados por el Tratado de Maastricht para dar el salto a la Unión Monetaria ha despertado los demonios eurorrebeldes entre los conservadores del Reino Unido. El martes, durante su intervención en el Parlamento, el primer ministro, John Major, expresó su preocupación de que un pequeño grupo de países se arriesgue a crear la Unión Monetaria en la fecha prevista de 1999, dejando atrás a otros miembros de la Unión Europea incapaces (le acomodarse a ese ritmo.Major respondía a las presiones de lo! sectores de su partido que quieren ver por escrito el rechazo de los tories a aceptar ningún compromiso relativo a la moneda única europea ni en vida el actual Parlamento ni en la del que salga de las próximas elecciones,

Los primeros síntomas de la inquietud que ha despertado en Londres la cumbre de Madrid pudieron apreciarse la semana pasada. Veinticuatro horas después de recibir el pasado martes al presidente español, Felipe González, en su residencia de Downing Street, el primer ministro británico, John Major, corrió a Florencia para entrevistarse con el primer ministro italiano, Lamberto Dini, en busca de aliados políticos para frenar la escalada eurointegradora que se prevé en la reunión de mañana en Madrid.

Con su antiguo contendiente por el liderazgo tory, John Redwood, ex ministro para Gales, convertido en abanderado de la causa antieuropea, y una mayoría parlamentaria cada vez más precaria, Major ha optado por defender una línea dura en la Cumbre de Madrid.

Exigua mayoría

La muerte el martes por la noche del diputado David Lightbown deja a los tories a las puertas de una mayoría de tan sólo tres diputados, si se mantiene el flujo prolaborista que ha dominado hasta ahora los resultados de todas las elecciones parciales. Lightbown de 63 anos, falleció de un ataque al corazón cuando contemplaba un partido de rugby, dejando a los conservadores con pocas esperanzas de mantener la circunscripción de Staffordshire South-East bajo su control.

En tal situación de precariedad parlamentaria, muchos analistas políticos manejaban ayer la hipótesis de unas elecciones anteriores a la fecha oficial, fijada para la primavera de 1997.

Con un Partido Laborista -mucho más comprometido con la causa europea- 30 puntos por delante de los conservadores según los datos de las últimas encuestas de opinión, adoptar la línea euroescéptica constituye en cierto modo la única baza electoral del Gobierno de John Major.