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Los vecinos de Nerva, en pie de guerra contra el depósito de basura tóxica

Manifestaciones diarias llevan la tensión al pueblo onubense

Nerva, localidad onubense de 7.000 habitantes ubicada en plena cuenca minera, atraviesa una especial crispación. Numerosos vecinos han decretado la guerra al proyecto del Gobierno andaluz de instalar en este término municipal un depósito de residuos industriales peligrosos. Como un pasó más de las protestas, una decena de vecinos y ecologistas ha estado un día en simbólica huelga de hambre.

Todos los días, desde hace vanas semanas, hay manifestaciones y caceroladas. La casa del alcalde, el socialista José Villalba, uno de los principales defensores del proyecto, está custodiada permanentemente por la Guardia, Civil. Los agentes han tomado el pueblo.Si se aprueba el depósito, será uno de los primeros que habrá en España de este tipo, una vez que el Gobierno central y la mayoría de los autónomos han rechazado las incineradoras de estos desechos.

El alcalde, que goza de mayoría absoluta y gobierna Nerva desde hace nueve años, ha convocado un pleno extraordinario para el 9 de enero con el objetivo de dar, luz verde definitiva al eufemísticamente denominado "complejo medioambiental". Villalba mantiene una defensa numantina de sus ideas. Sostiene que el depósito proporcionará empleo y regeneración ambiental: "En nuestro entorno ha habido siempre vertidos incontrolados procedentes de las minas que han contaminado muchas zonas. Ahí siguen. Es mejor que estén controlados". Tal como está el proyecto, el depósito, que costará 1.102 millones de pesetas -la Junta subvenciona el 30%-, quedará situado a dos kilómetros del núcleo urbano. Proporcionará 45 empleos directos y 45 indirectos. Las obras durarán diez meses. Nerva tiene una tasa de paro del 50%.

Sin embargo, el mensaje del alcalde no cala en muchos ciudadanos de la localidad. La plataforma antivertedero, formada por vecinos y ecologistas, inició esta semana una recogida de firmas para que Villalba convoque un referéndum que permita a los ciudadanos decidir.

La tensión ha crecido en los últimos días. A las manifestaciones diarias -a las seis de la tarde- acuden unas 300 personas, que los sábados llegan a 2.000. Por la noche, a las nueve, cacerolada.

El alcalde culpa de tal crispación a Juan Romero, dirigente en Huelva de la Confederación Ecopacifista de Andalucía (CEPA). Villalba asegura: "Muchos de mis vecinos se han dejado llevar por un demagogo y un fundamentalista". Romero sostiene que la Junta y el alcalde quieren convertir a Nerva "en el retrete de Andalucía". La oposición de los ecologistas ya hizo abortar en años pasados varios proyectos de incineradoras de residuos industriales en Andalucía. El más sonado fue el de Medina Sidonia (Cádiz).

Para Romero, "un vertedero no soluciona los problemas de los residuos. generados por la industria química. El tratamiento que hay que dar a esos desechos consiste en destoxificarlos. Es lo que comienza a hacerse en Europa".

En Andalucía se generan actualmente 136.000 toneladas de residuos industriales cada año; casi el 40% proceden de la provincia de Huelva.

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