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Condenado a dos años de prisión por un error informático con sus apellidos

Juan Leopoldo Gámez García, un vecino de Tarragona que nunca había tenido problemas con la policía o la justicia, se llevó el susto de su vida cuando se presentó a renovar su permiso de armas, como cualquier cazador aficionado, y le comunicaron que debería estar en prisión. Finalmente se aclaró el entuerto, debido a un error informático del Registro Central de Penados y Rebeldes, del Ministerio de Justicia e Interior.De acuerdo con este registro, Gámez García, fue condenado por la Audiencia de Pamplona, por un delito de falsificación de documentos públicos. La sentencia es de junio de 1994, y la condena de dos años, de prisión y 100.000 pesetas de multa. La sorpresa de Gámez al escuchar los detalles fue mayúscula. Él no sólo no ha cometido delito alguno, sino que nunca ha sido juzgado y ni siquiera ha pisado Pamplona en su vida.

Los juzgados y la Guardia Civil de Tarragona no le pudieron resolver el problema, que se aclaró gracias a las gestiones de la CGT, sindicato al que está afiliado Gámez García. El sindicato ha averiguado en la Audiencia de Pamplona que la condena pesa sobre una persona que tiene los mismos apellidos, Gámez García, pero en vez de Juan Leopoldo se llama Juan Antonio.

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