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Alemania permitió el traslado de plutonio de contrabando a Múnich

Rafael Ferreras, Rafa, de 42 años, guardia civil en la reserva que actuó de cebo y desempeñó un papel clave en el caso del plutonio -por el que dos españoles y un colombiano cumplen condena en Alemania-, declaró ayer, ante la comisión investigadora del Bundestag, que un funcionario y un abogado del espionaje alemán (BND) prepararon su testimonio ante el tribunal de Múnich para que no declarara que sabían de antemano que el plutonio llegaría a Alemania en un avión de pasajeros de Lufthansa.

Ferreras también denunció el incumplimiento por parte del BND de los compromisos económicos contraídos con él y su familia, y calificó por dos veces de "peor que tercermundista" al servicio de espionaje alemán. La declaración de Rafa, en un interrogatorio que se prolongó ayer durante casi cuatro horas y seguirá esta mañana ante la comisión, cayó como una bomba al final de una agotadora jornada. Rafa declaró como testigo con una garantía de salvoconducto que le ofrecieron la Fiscalía de Múnich y la comisión del Bundestag. Contra Ferreras está abierto un sumario por declaración falsa en el proceso del plutonio de Múnich.

Durante la pausa de hora y cuarto al mediodía reinó la in certidumbre sobre si Rafa tendría valor para seguir con su testimonio o se sentiría amedrentado por la advertencia del presidente de la comisión, el diputado socialcristiano de Baviera Gerhard Friedrich, que le previno de que de su declaración podrían derivarse nuevos sumarios. Diputados de la oposición, socialdemócratas y un verde, interpretaron que se pretendía así cortar posibles revelaciones. "No quiero, ser el chivo expiatorio en que trata de convertirme su Gobierno. Si ahora digo la verdad, no quiero que se use en mi contra", dijo Rafa antes de interrumpir la sesión. "No quiero comerme yo sólo el marrón", comentó al corresponsal de EL PAÍS.

Todo parecía que no seguíría con su testimonio, pero al reanudarse la sesión Rafa dijo: "Estoy dispuesto a declarar". En esta segunda etapa declaró que conocía de antemano las preguntas que le harían en el proceso de Múnich y añadió: "A mí me preparó el BND" para el testimonio del 19 de abril, cuando ya se sabía que tendría que comparecer como testigo. Explicó que le advirtieron de que en ningún momento dijera que el espionaje alemán sabía que el plutonio se encontraba en Rusia, y que se transportaría a Alemania en un avión de pasajeros de Lufthansa, y que él había recibido ya siete millones de pesetas como pago por su trabajo.

Rafa negó haber recibido pagos por declarar ayer ante la comisión, y acerca de quien le había preparado, indicó: "El desengaño que me han hecho su Gobierno y el BND, que han manchado mi nombre por todas partes". Confirmó que el BND le llevó, junto con su familia, a Chile, para ocultarle y darle una nueva identidad, tras haber declarado el pasado mayo en el proceso de Múnich. Rafa recibió del BND pasaportes, primero, cubanos, y luego, alemanes. No permaneció mucho tiempo en Chile la familia Ferreras -esposa y dos hijos-, porque sintió que el BND no cumplía las promesas y regresó a España. Denunció el agente que sólo recibió del BND siete millones de pesetas en octubre del año pasado para la entrada de una casa y 2,5 millones de pesetas el pasado diciembre, "no habiendo vuelto a recibir otra suma". "Ruego que investiguen estos hechos, pues demuestran una corrupción total dentro del servicio del BND".

Afirmó Rafa que su mujer perdió su empleo en el Ministerio de Trabajo por culpa del BND, que había prometido arreglar con las autoridades españolas su ausencia laboral e incluso le hablaron de una intervención ministerial para solucionar el problema.

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