Por civilizados
Hasta el 1 de enero de 1995, un licenciado en medicina que quisiera formarse en la especialidad de medicina familiar y comunitaria (MFYC) debía presentarse a la convocatoria MIR anual y competir con unos 20.000 opositores para optar a las 4.000 plazas ofertadas de todas las especialidades. Debía superar un examen de respuesta múltiple en el que los errores estaban en el cómputo final. Hasta ahora, el baremo ha oscilado en los últimos años entre 130 y 140 puntos. Y digo hasta ahora, porque, por decreto, los licenciados posteriores a 1995 han sido los únicos con opción a la convocatoria MIR-95 y lo han logrado con 16 (dieciséis) puntos.Lo obvio es que el sistema de adjudicación de plazas de formación remuneradas fuera distributivo y con oportunidad para todo licenciado; pero no lo es: es selectivo, y eso implica que sólo lo logran los mejores. Por tanto, ¿es justo que al residente que en 1994 le costó sacar su plaza 140 puntos y al que este año tiene, por ejemplo, 50, al cabo de tres años les vayan a conceder el mismo título de MFYC? Yo creo que no, y supongo que todos los especialistas de MFYC que en su día pasaron por el aro del MIR, tampoco. ME-no-MIR pre 95 advirtió que esto sucedería; pero, claro, aunque nos manifestamos y reivindicamos tamaña injusticia, no lanzarno s pinturas ni huevos contra el ministerio, ni vendamos estatuas, ni terminamos en el hospital por enfrentarnos a la policía... como hicieron los estudiantes de medicina que ahora gozan del privilegio de una plaza; tal vez si hubiéramos montado barricadas frente a Sanidad y hubiéramos prendido fuego a algún neumático y hubiera corrido algo de sangre (que es lo que se supone que un médico debe evitar) nos hubieran hecho caso. ¡Eso nos pasa por civilizados!-
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