España reconoce que hay "mercado negro" de CFC
El Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente (MORTMA) reconoció ayer, por medio de su dirección general de Política Ambiental, que empresas españolas participan en un "mercado negro" de clorofluorcarbonados (CFC) -gases nocivos para la capa de ozono-, a pesar de que su producción para uso interno está prohibida desde enero del presente año en el territorio de la Unión Europea.La existencia de ese "mercado negro", que también reconocen grupos ecologistas como Greenpeace y CODA, y empresarios del sector -agrupados en la Asociación Nacional de Empresas del Frío y la Climatización (Anefryc)- evidencia que la legislación vigente prohíbe, pero no sanciona, a las empresas que incumplen el reglamento comunitario, explicó ayer el portavoz de Anefryc, Manuel Lamúa. Éste afirmó que le consta la existencia de "una red de empresas ilegales", muy activa pero de la que se desconoce la organización.
La dirección general de Política Ambiental tuvo conocimiento de la importación ilegal de CFC a través de "faxes anónimos", y lo comunicó al departamento de Aduanas de la Agencia Estatal de Administración Tributaria con el fin de estrechar la vigilancia. Sin embargo, según el portavoz de Aduanas, Joaquín Bobillo, no se ha tomado ninguna medida especial para controlar ese comercio, cuyo control "es capa de las manos de los funcionarios" y, dado que no existe ninguna norma que obligue a identificar los contenedores de CFC "nos pueden dar gato por liebre", subrayó.
Hasta la entrada en vigor de la prohibición comunitaria, los CFC se utilizaban en aparatos de refrigeración, aerosoles, espumas y productos de limpieza industrial, entre otras aplicaciones; después del 1 de enero de 1995, los únicos usos permitidos en la UE son médicos (inhaladores para personas asmáticas) y la exportación a países en desarrollo.
En la UE, la producción permitida de CFC se reparte en cinco plantas. La mayor de ellas (Elf Attoche) está en Zaramillo (Vizcaya) y produce 10.000 toneladas anuales. Greenpeace ha pedido el cierre de esta planta y la prohibición total de CFC.
Mañana los ministros de Medio Ambiente de 150 países firmantes del Protocolo de Montreal sobre Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono se reúnen en Viena. Según el MOPTMA, España defenderá allí la "máxima reducción" de los compuestos químicos nocivos.
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