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Crítica:JAZZ
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El lúcido excéntrico

El exquisito pianista Keith Jarrett dice que Paul Motian debe ser el único batería del mundo que elige una balada cuando se le pregunta sobre la próxima pieza a interpretar. Pero éste es sólo un detalle más entre los cientos que conforman el catálogo de peculiaridades de este lúcido excéntrico. Su última sorpresa se llama The Electric Bebop Band, una nueva apuesta estética que, para escapar por enésima vez de lo obvio, otorga a sus músicos el beneficio de una filosofía inequívocamente acústica y toma el bebop en su sentido menos restrictivo; en todo caso, como paradigma de evolución, como punto de partida libre desde el que puede pivotar en cualquier dirección.Es cosa de magnos inventores, el imaginar los contrastes tímbricos que pueden proporcionar dos instrumentos iguales. A los saxofonistas Chris Potter y Chris Cheel les une la calidad, pero les distancia un modo, casi antagónico de demostrarla. Potter, en realidad un especialista del saxo alto, es a sus 25 años también todo un experto del tenor, fluido y resuelto, de fraseo centelleante y enfático. Con gesto expresivo bien distinto, Cheel administra cautelosamente una sonoridad cálida y tersa para trazar líneas relajadas de lógica aplastante.

Paul Motian & The Electric Bebop Band

Paul Motian (bateria), Chris Potter, Chris Cheek (saxo tenor), Brad Schoeppach (guitarra) y Steve Swallow (bajo). La Riviera. Madrid. 29 de noviembre.

La labor del dúo de firmes promesas, aumentado a trío por el talento menos augurable de Brad Schoeppach, hubiera resultado bastante menos espectacular si no hubiera gozado del apoyo regio de dos veteranos sublimes. El percutir quebradizo. e imprevisible de Motian lo inundó todo, discreto pero omnipresente, mientras Steve Swallow pulsó las cinco cuerdas de nailon de su bajo eléctrico movido por ese afán de progreso privativo de los creadores puros. En el que era concierto de clausura del Festival de Madrid, el equipo al completo acertó a expandir la significación de un repertorio impresionante basado en piezas de, entre otros, Theleonious Morik (Ask me now, Trinkle tinkle, Round midnight), Charlie Parker (Ornithology), Miles Davis (Half Nelson), Billy Strayhorn (In a sentimental mood) y Charlie Mingus (Reincarnation of a love Bird).

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