Berlusconi, contra las cuerdas tras ser acusado de financiar a Craxi
Silvio Berlusconi afirmó ayer que seguirá en la política y aseguró que el pago de 1.200 millones de pesetas hecho por una sociedad panameña controlada por Fininvest no fue para el ex líder socialista, Bettino Craxi, refugiado en Túnez, sino para un productor de cine. Su aliado Gianfranco Fini dijo que este nuevo problema judicial "no cambia nada" en la dirección del centro-derecha italiano. Pero es seguro que la última iniciativa de los fiscales pone contra las cuerdas el ya maltrecho liderazgo de Berlusconi.
"Creo que mi deber es dedicarme (a la política) como antes o más que antes. Creo que todos los italianos se darán cuenta de que así no se puede seguir y de que es preciso decir basta a las mentiras, basta a la violencia y basta a todo lo que está sucediendo", afirmó Berlusconi ayer. Poco después, informó a la prensa de que había recibido "una invitacion a comparecer", en tanto que "referente económico de la sociedad anónima Fininvest" ante los fiscales milaneses que, el pasado jueves, dictaron orden de detener a Giorgio Vanoni, director de las finanzas externas del grupo empresarial.Vanoni, que está huido, tenía a su cargo All Iberian, la sociedad panameña que, en 1991, según la investigación, versó 15.000 millones de liras (unos 1.200 millones de pesetas) en la cuenta suiza Northern Holding, controlada en beneficio de Craxi por Giorgio Tradati, amigo de infancia de éste, detenido, y que, más tarde, devolvió 5.000 millones de liras a la panameña.
Alll Iberian se nutría con fondos de Silvio Berlusconi Finanziaria (SBF), sociedad de Luxemburgo que aglutina todo un sector exterior dedicado, según su propietario, a las finanzas y a la compra de derechos cinematográficos. Varios analistas italianos han detectado en. la red de sociedades integradas a la sombra de SBF suficientes misterios como para poner en duda la estructura de la propiedad de Fininvest.
Los magistrados indican que la identificación de la operación investigada les ha sido facilitada por Giovanni Romagnoni, tesorero de SBF.
Al margen de la novedad que supondría la colaboración con la justicia de un alto ejecutivo de Fininvest, como Romagnoni, el caso All Iberian supone un salto fundamental en las dificultades legales de Berlusconi por dos, motivos: representa la primera implicación seria de Fininvest en la financiación ilegal de la política, y, sobre todo, la primera sugerencia formal de que, entre el líder de Forza Italia (FI) y su amigo Craxi existieron relaciones económicas importantes.
Sentencia de muerte
Siendo el ex líder socialista el paradigma de la vieja Italia, de la llamada Primera República, y el político todavía hoy más odiado como símbolo de la corrupción de los partidos, es evidente que una relación concreta como la descrita representa una sentencia de muerte para otro político que se proponga como paladín de la renovación, como Berlusconi.Después de calificar la nueva investigación milanesa de "maniobra de Estado policiaco", el líder de Fl afirmó ayer que "Fininvest presentará todos los documentos y demostrará que no hubo ningún pago al Partido Socialista Italiano (PSI), sino una transacción comercial normal para la comercialización de derechos televisivos en Francia con una sociedad importante, Accint Investment Financing, que se ocupa de la compraventa de derechos y que, entre otras cosas, ha producido películas como Piratas, de Roman Polanski, o La Travíata, de Zefirelli".
Añadió Berlusconi que el -productor cinematográfico propietario de AIF es un franco-tunecino, Tarak-Ben Ammar, que confirma la versión de Berlusconi. "Creo que su único error ha sido utilizar los mismo abogados, la misma banca y la misma cuenta suiza que utilizó él PSI". El señor Tarak, añadió, "conoce también a Bettino Craxi".
Pese a estas explicaciones, la prensa italiana valora el caso de All Iberian como más grave que los de corrupción de policías fiscales, fraude fiscal en la compra de un terreno o la apropiación indebida de fondos durante la compra de una sociedad que afectan a Berlusconi en distintos grados del proceso.
Todos estos casos lastraban ya la carrera política del empresario Berlusconi hasta el punto de que Fini, aún considerándolo líder del Polo de la Libertad, excluía desde hace tiempo cualquier certeza sobre que Berlusconi vaya a ser el. próximo candidato del Polo a primer ministro, Fini dijo ayer que su partido, Alianza Nacional (AN), está decidido a que las elecciones se celebren cuanto antes. También el Partido Democrático de la Izquierda (PDS) viene pidiendo elecciones en febrero o marzo. Peto la ruleta de esa cita electoral no se detendrá mientras no se aclaren todos los datos relativos, entre otras cosas, al problema de Berlusconi.
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