Una maniobra incorrecta

Cuando todos los visitantes, diputados, senadores y periodistas, entraron en los palcos del segundo piso, desde donde se podía admirar todo el gran espacio que acoge las 1.800 butacas, todas las miradas se dirigieron a la lámpara que colgaba en el centro del techo sobre el patio de butacas.Allí se pudo admirar la que había, sustituido a la gran araña que se cayó el pasado jueves, mientras un tapicero trabajaba en la decoración textil del dispositivo de seguridad telescópico.

Sólo una vez finalizada la visita por las diferentes dependencias del Teatro Real la ministra habló de la existencia de dos informes sobre el incidente. Uno realizado por la Fundación del Centro Nacional del Vidrio y otro por la empresa Huarte a la que se ha adjudicado la obra, de reforma del Real.

En el primero, encargado a especialistas de la Real, Fábrica de Cristales de la Granja, que, tenían que estudiar las posibilidades de reparación de la lámpara, se informa de que ésta "necesitaría sor restaurada debiendo acometerse trabajos en metalistería (bronces), y en las piezas de cristal, aprovechando los que han permanecido intactos y fabricando el resto".

Asimismo estos expertos consideran que la lámpara, debe estar colgada a una argolla fija v no directamente al mecanismo que lleva incorporado, que se utilizaría solamente para bajar y. subir la misma. Estos especialistas comentan que "el impacto, aun, habiendo, causado destrozos en la estructura de la lámpara y sobre todo en los ornamentos de cristal, no debió ser excesivamente violento".

Ambos, fallaron

La Empresa Huarte, responsable del accidente, ha presentado al Ministerio de Cultura. un informe en el que se detallan los dispositivos de seguridad, seis en total, de que disponía la lámpara. También se dice que durante las representaciones se ponen en activo los seis, y que en el momento del accidente sólo estaban en funcionamiento dos. El de doble frenado en los motores principales y el doble cable de suspensión de 23 milímetros de diámetro, que tiene una rotura de carga de 35.000 kilos para cada uno de ellos. Ambos fallaron."La lámpara, en el momento de producirse el accidente, no se encontraba en su posición habitual de servicio y dotada de todos los mecanismos de seguridad, tampoco se encontraba en estado normal de mantenimiento ya que se estaba actuando directamente sobre los mecanismos de seguridad", dice el informe, en el que se añade: "Como con secuencia de una maniobra incorrecta se produce una sobretensión que origina la rotura de parte del mecanismo, produciendo un deslizamiento imprevisto".