Bryce Echenique, reúne "muchos vuelos cortos" en sus cuentos completos
Cuatro inéditos figuran en la recopilación
Autor de novelas como Un mundo para Julius o la más reciente No me esperen en abril, Alfredo Bryce Echenique ha cultivado con asiduidad el relato corto a lo largo de toda su carrera. Su primera obra fue un libro de cuentos. Huerto cerrado y, tras él, La felicidad, ja, ja y Magdalena peruana continuaron esa preferencia del autor. Ahora se encuentran todos reunidos en un solo volumen con 37 relatos, cuatro de ellos inéditos, publicado por Alfaguara.
El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique sólo ve una diferencia fundamental entre escribir cuentos o novela. "Escribir una novela es un proyecto que toma su tiempo, el suficiente como para permitir al es critor volar largamente con la imaginación. El cuentoes como un vuelo corto, y un aterrizaje. Escribir cuentos es por eso más agotador, porque tienes que volar y aterrizar una y otra vez", dijo el autor de Un mundo para Julius o La vida exagerada de Martín Romaña. Los cuentos que agrupa esta edición completa de su obra breve publicada por Alfaguara incluyen desde los de su primer libro, Huerto cerrado, hasta al gunos más recientes e inéditos. "García Márquez me dijo una vez que yo era el único tonto capaz de sentarme a escribir un libro de cuentos de un tirón", comentó Bryce. "Es por lo que decía antes, sobre los continuos y agotadores aterrizajes. Los cuentos deberían, escribirse de tiempo en tiempo, según él".
Los relatos en la obra de Bryce han tenido una vida azarosa, como la de sus personajes. "Yo empecé a escribir cuentos al poco tiempo de llegar a París, tras unas largas conversaciones con, Julio Cortázar, quien me reveló cosas muy importantes de mi propia escritura. Escribí los cuentos del libro Huerto cerrado, y cuando lo tenía terminado, me lo robaron del maletero de un coche. Tuve que volverlo a escribir, por completo", relata. Pero esa es sólo una de las partes de la historia. "Exactamente veinte años des pués, el 24 de octubre de 1984, tenía yo terminado otro libro de cuentos, Magdalena peruana, y también lo perdí. Y tuve que volver a escribirlo".
Buen humor
A pesar de los contratiempos, tanto el autor como sus personajes saben mantener el buen humor. La ironía es uno de los rasgos característicos de la obra de Bryce, según el crítico Juan Ángel Juristo, que acaba de publicar un estudio sobre el escritor peruano titulado Para que duela menos (Espasa) y que presentó ayer la colección de cuentos. "Bryce fue para nosotros la confirmación de lo que es, en lenguaje español, la modernidad literlaria". Y explicó: "Los de mi generación rechazábamos cierta tradición, literaria española que venía desde Quevedo, y preferimos acercarnos a la obra de los autores republicanos en el exilio, los escritores éxtkanjeros y, después, el boom latinoamericano. El boom quería hacer la novela total de un continente. Bryce, que vino luego, es distinto. Intercala textos de canciones o citas de otros y rechaza el indigenismo como proyecto. Es una conexión directa con la modernidad en len gua española, que viene desde Cervantes", dijo Juristo. "Bryce es la ironía, en su obra apatece,el payaso como personaje, el hombre que es capaz de reírse de sí mismo, y que en España no existió durante mucho tiempo por el predominio de la tradición barroca".Bryce está de acuerdo. "A nosotros nos tocó no repetir lo que habían pretendido los del boom y los temas colectivos se fueron olvidando. Nosotros entramos, como decía Juan Benet, a la taberna de la literatura". Y la ironía es su gran recurso: "La ironía estaba, en Cervantes, en Shakespeare y Rabelais. La novela moderna nace con el humor. Virgilio y Homero no lo tenían" dice. Alfredo Bryce es capaz de reírse de sí mismo y de cautivar con sus comentarios suavemente irónicos al relatar cualquier anécdota. En estos momentos, mientras pasa unos meses invitado por la Universidad norteamericana de Yale, escribe lo que será su próxima novela, titulada Reo de nocturnidad.
Babelia
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