La policía cree que la bomba que hirió a un joven radical iba a ser usada contra un acto del 20-N
La policía sospecha que la bomba de fabricación casera que el viernes le estalló en las mas al insumiso Santiago Botana Villoldo a ser empleada contra alguno de los actos convocados por organizaciones ultraderechistas en el 20º aniversario de la muerte del general Francisco Franco. Botana continúa grave, mientras que en la Brigada Judicial de Madrid están detenidos dos amigos y una amiga de aquél. Siete cabezas rapadas alemanes detenidos en Madrid serán expulsados de España. La delegada del Gobierno, Pilar Lledó, ha ordenado para el fin de semana un despliegue de 1.000 policías.
Botana, de 25 años, hijo de un periodista ya fallecido, sufre amputación de tres dedos de la mano derecha, traumatismo cranoencefálico, contusión pulmonar y quemaduras en el 15% de su cuerpo que le afectan sobre todo a la cara, el tronco y los brazos, además de incrustación de cuerpos extraños en las piernas.El joven, vinculado a movimientos radicales y de extrema izquierda, resultó herido muy grave al estallar un artefacto casero fabricado con pólvora, clorato potásico, azufre y tornillos. La explosión se produjo la tarde del pasado viernes en su domicilio de la avenida de Pablo Neruda, en el barrio madrileño de Vallecas, donde se halló una pistola detonadora, así como panfletos de okupas y de las Brigadas Negu Gorriak.
La policía intuye que el artefacto iba a ser empleado contra alguno de los actos de signo ultraderechista previstos para este fin de semana en Madrid. "Aunque el petardo era rudimentario, estaba cargado con metralla y eso podría haber ocasionado una matanza", afirma un artificiero. Pero fuentes de la Delegación del Gobierno barajan la hipótesis de que el artefacto estaba destinado sólo a provocar alarma y no a causar víctimas.
La Unidad Territorial Antiterrorista de Madrid (UTA) ha detenido a Ángel Cruz López, que compartía piso con Botana, y a Inmaculada Díaz y Fernando Chalmeta Alonso. Los agentes registraron la vivienda de este último, hijo de una conocida feminista, y se incautaron de uña pistola detonadora y propaganda de grupos radicales.
Los tres jóvenes, que mañana pasarán a disposición del juez de la Audiencia Nacional Miguel Moreíras, han declarado que ignoraban que su amigo estuviera fabricando una bomba y niegan su relación con planes violentos.
Mensajero e insumiso
Santiago Botana, que trabaja como mensajero, había sido condenado en febrero de 1992 a dos años, cuatro meses y un día por negarse a cumplir la Prestación Social Sustitutoria (PSS). Desde entonces, un juez tenía dictada contra él una orden de busca y captura e ingreso en prisión. Dado su estado clínico, la policía estaba pendiente de poder interrogarle, por lo que se desconoce qué pretendía hacer con el artefacto explosivo.
Santiago Botana fue condenado tras negarse a realizar la PSS en un centro de la tercera edad de Cáceres, pese a haber sido "declarado útil para esa función" según la sentencia del Juzgado de lo Penal número 3 de Madrid. El joven alegó entonces que la PSS es "un servicio militar camuflado".
La delegada del Gobierno en Madrid, Pilar Lledó, señaló que Botana y sus amigos no pertenecen a un grupo de ultraizquierda, sino a un colectivo marginal. "Eran okupas", señaló Lledó, quien aseguré que "el hecho de que aparezca un grupo muy radical que intenta desvirtuar las manifestaciones [de hoy] no significa que se vayan a producir incidentes importantes".
La delegada desvinculó la explosión accidental de la bomba de la manifestación antifascista que estaba convocada para hoy por Solidaridad Obrera. Este sindicato que había expresado su voluntad de que la marcha discurra pacíficamente, decidió anoche no participar en la misma para no colaborar en "el clima de tensión" que se ha creado durante este 20-N.
Solidaridad Obrera explicó que la razón de su desconvocatoria es "la campaña que el Ministerio del Interior" ha desatado en su contra al asegurar que "desde nuestra manifestación se preparaban ataques contra la ultraderecha". El sindicato acusa a Interior de informar "falsamente" que se preve la participación de militantes de Jarrai para "justificar la represión indiscriminada contra la manifestación".
Por otra parte, tres neonazis alemanes fueron detenidos en un cámping de Madrid. Aunque dijeron que su intención era visitar el museo del Prado, en poder de los tres extranjeros se hallaron armas blancas, puños americanos y programas de los actos ultraderechistas previstos para el 20-N. Tanto estos tres alemanes como cuatro compatriotas arrestados el viernes cerca de la estación de Chamartín serán expulsados de España, según Lledó.
Por otra parte, un joven fue agredido poco antes de las dos de la madrugada de ayer en el centro comercial Uruguay, en la localidad madrileña de Coslada, por tres individuos, uno de ellos con el pelo corto. Pero los investigadores dudan de que fueran cabezas rapadas .
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