_
_
_
_

Triunfo del impresionismo y fracaso del arte contemporáneo en las subastas de Nueva York

El arte impresionista fue el gran triunfador en las subastas de otoño en Nueva York, frente al desastre del arte contemporáneo en un mercado aún convaleciente que no perdona ningún error."A finales de los 80 la gente apostaba por los jóvenes artistas por miedo a perder el tren, y muchos se quemaron las manos", explica Christopher Burge, presidente de Christie's en EE UU. "Ahora la gente es más selectiva", afirma Diana Brooks, presidenta de Sotheby's. "Los compradores están ahí, pero hace falta ofrecerles obras de primera calidad". En dos semanas de ventas de arte impresionista y moderno, además del contemporáneo, las dos mayores casas de subastas han logrado vender pinturas y esculturas por valor de 36.000 millones de pesetas, un total que se acerca a los máximos logros de la historia conseguidos en el otoño de 1990, aunque con grandes disparidades.

Sous bois, de Van Gogh, se vendió en Sotheby's por 27 millones de dólares (3.300 millones de pesetas), más del doble de su estimación inicial, y El espejo, de Picasso, se vendió en Christie's por 22 millones de dólares (2.700 millones de pesetas), siete más de lo que se esperaba.

Pero no hubo la misma respuesta para el arte contemporáneo en la casa británica. La prime ra subasta consiguió menos de 14,6 millones de dólares, para la que se esperaban por lo menos 25. Number 1, de Jackson Pollock, no obtuvo comprador por los 4 a 6 millones que se pedían. Más adelante un galerista neoyorquino lo adquirió por un precio secreto.

"Nosotros no hemos asumido muchos riesgos en el mercado del arte contemporáneo porque nos parece que todavía es muy frágil", comentó Brooks. De todas formas, sí que encontraron comprador esta temporada obras de Arshille Gorky, Gerhard Richter o Barnett Newman.

Pero hay motivos de satisfacción para las dos casas: las subastas de otoño han confirmado la tendencia creciente de la primavera y un regreso de los coleccionistas, así como la aparición de una nueva generación de aficionados. "Los compradores han regresado y no tienen miedo de darse a conocer", dijo Brooks.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_