Las plazas de Valencia y Albacete salen a concurso

La Diputación de Valencia y el Ayuntamiento de Albacete han publicado las condiciones de explotación de sus respectivas plazas de toros, que salen a concurso y serán adjudicadas antes de fin de año. Los precios de las localidades, serán, en ambos cosos, los que rigieron en la temporada 1995, incrementándose lo equivalente al IPC de ese año.

La novedad más sobresaliente que incluye el pliego de Albacete respecto de los anteriores, informa Mercedes Martínez Rubio, se refiere al aumento en tres millones, de pesetas del canon de explotación de la plaza, pasando de los nueve millones anteriores a 12, más otros tres millones de pesetas que la empresa tendrá que abonar por los servicios de almohadillas, repostería y publicidad.

La adjudicación se hará por tres años. Ocho serán las corridas de toros que la empresa adjudicataria deberá celebrar en la feria de septiembre, una de las cuales podrá ser de rejoneo, a las que habrá que sumar dos novilladas picadas, con abundancia en las mismas de novilleros locales.

La empresa quedará obligada a contratar diestros de la máxima categoría y ganaderías de calidad y prestigio, reservándose el Ayuntamiento la posibilidad de vetar total o parcialmente los carteles.

El concejal de festejos, Antonio Rodríguez (PP), apunta que la solvencia económica, experiencia profesional y calidad de los festejos serán las condiciones que más tendrá en cuenta el Ayuntamiento albacetense para adjudicar la plaza

Plaza de tres ferias

La Diputación de Valencia exige al futuro arrendatario de su plaza -única que celebra tres ferias anuales- el 4% sobre los ingresos brutos, excluidas las novilladas, con garantía mínima de 35 millones de pesetas por temporada, informa Emilio Martínez.La temporada (en la que la Diputación podrá organizar festejos benéficos) tendrá un mínimo de 27 festejos: siete corridas de toros, dos novilladas y un espectáculo de rejoneo en la feria de Fallas; en la de julio, cinco corridas, dos novilladas, un espectáculo de rejoneo y desencajonada; una corrida de toros el 9 de octubre; otra en mayo, y seis novilladas durante la campaña.

El adjudicatario deberá suscribir una póliza de seguros, con importe de 250 millones de pesetas, por las posibles suspensiones de festejos y perjuicios que pueda ocasionar la explotación, así como una garantía provisional de tres millones para tomar parte en la licitación, cifra que subirá a 50 millones como garantía definitiva del ganador.

Este coso, que en las tres últimas temporadas funcionó en régimen de autogestión, tuvo en 1995 unas pérdidas cercanas a los 20 millones de pesetas.