Genio, figura y cabeza dura
Entre los deleites de ejercer de Rolling Stones -leyendas vivas, guardianes de las esencias...- debe estar el llevar impunemente la contraria. Uno' sospecha que Jagger y compañía promulgan sus leyes con la íntima satisfacción de demostrar que ellos pueden imponer (su satánica voluntad) y que el resto del mundo se muera de envidia o de indignación...Cuando buena parte del rock posgrunge rechaza entrar en el juego de los patrocinios, por mantener la pureza del impulso rebelde, los Stones se echan en brazos de un imperio automovilístico, firmando un generoso contrato que les exigía, entre otras contrapartidas, dar un concierto privado en un aparcamiento de la central alemana de la empresa.
Jagger, aficionado a los estudios históricos, seguramente habrá pergeñado una explicación adecuadamente irónica para ese papel de bufones en la corte del deutschmark. Menos gracia le ha hecho que una difundida revista germana les denuncie por usar pregrabados en sus conciertos: compararon grabaciones de diferentes ciudades y descubrieron que no había ni la más mínima variacion.
Una acusación típicamente alemana, habrán pensado los Stones: el rock de grandes esta dios no es precisamente una ce lebración dionisiaca sino un es pectáculo que se planea al milímetro. Y ese rock-circo es el pan y la mantequilla de los Rolling Stones desde los años se tenta, cuando dejaron de ven der discos en las cantidades adecuadas a su mítica estatura.
El de los Stones es ciertamente un show computerizado, donde un teleprompter televisivo dicta a Jagger hasta las frases que debe soltar entre canción y canción, para evitar que se salga del guión. Por eso, se agradece que la gira de Voodoo lounge no haya sido coronada por el consabido disco en directo stoniano que poco añade a su gloria. Virgin, su actual editora, les pidió un unplugged pero ellos no podían ser el número 127 en la lista de artistas desenchufados. Así que han respondido con un stripped (desvestido) que mezcla lo acústico y lo eléctrico. Genio, figura y cabeza dura.
Babelia
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