la visita de los líderes españoles subraya el carácter de primarias de la consulta
Será la primera y la última vez. Pero la coincidencia el mismo día de los tres máximos dirigentes de los principales grupos españoles pone en evidencia algo que subyace desde el principio en la campaña de las elecciones catalanas: que son en muy buena medida las primarias de las generales. Felipe González apoyará al candidato del PSC en el olímpico Palau Sant Jordi al tiempo que José María Aznar y Julio Anguita mitinean en el área de Barcelona.
El grupo que con mayor claridad ha planteado estas elecciones como unas primarias es el Partido Popular. Hoy será la segunda jornada que Aznar pase en tierras catalanas durante la campaña y todavía estará cuatro más. En paralelo a sus visitas, toda la plana mayor del partido está actuando por todos los rincones de Cataluña día tras día. Y tanto ellos como los dirigentes catalanes no se cansan de repetir a los electores que contribuir a que el PP logre un buen resultado en Cataluña es ayudar a Aznar a acceder a La Moncloa.Los socialistas, sumidos en notables contradicciones, han planteado también en clave de primarias su lema electoral (Haz que gane la izquierda). Pero no están extremando su identificación con el PSOE, que atraviesa horas bajas. Su candidato, Joaquim Nadal, un político de perfil catalanista, prefiere subrayar temas de política interna catalana y plantear incluso una reforma del Estatuto, aunque no olvida elogiar a González.
La apuesta de no identificar en exceso PSC con PSOE tiene sus riesgos si se tiene en cuenta que un objetivo prioritario de Nadal es lograr que acuda a las urnas parte del medio millón de votantes socialistas que en las autonómicas se abstienen, en su mayoría castellanohablantes del entorno barcelonés. La presencia de González en Barcelona y la profusión de pasquines con su foto en el entorno de la capital están destinadas a movilizar a estos sectores. Nadal comentó ayer que la incertidumbre sobre si González se presenta o no puede acarrear buenos resultados en Cataluña porque votarle sería como pedirle al presidente que siguiera.
El caso de Iniciativa per Catalunya-Els Verds, los socios catalanes de Izquierda Unida, es similar al de los socialistas, pero con matices. IC-EV tiene que dosificar la, presencia de Anguita, no por que IU esté a la baja, sino porque su electorado se divide casi mitad y mitad entre los que adoran al político cordobés y quienes no pueden soportarlo. Anguita es importante para IC en su propósito de movilizar a los electores del cinturón. Y para él, una subida notable en Cataluña serviría para consolidar su opción en los comicios de marzo.
También Pujol ha planteado parte de su campaña en términos de política española: revalidar su mayoría absoluta no sólo servirá para seguir gobernando en Cataluña con comodidad, sino para seguir siendo influyente en España, sobre todo si el PP obtiene, como consecuencia, unos resultados mediocres, que pudieran preludiar que la eventual victoria de Aznar en marzo fuera sin mayoría absoluta. Pujol no ha dudado en recibir a Manuel Fraga, con el inconfesado propósito de atraerse el electorado fronterizo entre CiU y el PP, y no ha tenido inconveniente en alabar a González para reforzar su flanco fronterizo con el PSC.
Esta última jugada de Pujol llevó ayer al secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, a decir que "Pujol es el candidato oficial de González en Cataluña" y, recíprocamente, "González es el candidato de Pujol a nivel nacional".
Incluso la Independentista Esquerra Republicana (ERC) tiene interés en presentar estas elecciones como primarias. Su líder, Ángel Colom, plantea que hay que votarle para que ERC siga en tercer lugar y evitar así que este puesto lo ocupe el PP. Para Colom, dejar atrás a los populares es la mejor forma de poner dificultades a la victoria de Aznar.
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